La alcaldesa de Silleda, Paula Fernández Pena, aprovechó la que será una de sus últimas comparecencias públicas para realizar un balance económico de su gestión y señaló que estos más de dos años de gobierno consiguió rebajar la deuda municipal y mantener al día los pagos con proveedores durante su mandato. Pena sugirió al nuevo gobierno que apostasen por mantener el presupuesto prorrogado "alomenos durante todo o 2010" para garantizar la inversión y recomendó "contención do gasto" al ejecutivo que presidirá desde el lunes la concejala no adscrita Ofelia Rey. La alcaldesa compareció acompañada de los ediles Manuel Cuiña y Dolores García y se mostró optimista sobre la situación económica de un concello, donde las deudas son desde hace años un más que pesado lastre para la gestión diaria.

Pena destacó que su gobierno consiguió rebajar la deuda reconocida de 2,3 a 1,7 millones "polas nosas políticas de contención de gasto" y advirtió que deja fondos para garantizar el salario de la plantilla municipal para los próximos dos meses. En el capítulo de ingresos reveló que la institución dispone de 456.000 euros en cinco cuentas bancarias, además de tener pendiente de cobro 570.000 euros de impuestos municipales y fondos estatales; algo más de 227.000 de subvenciones tramitadas, 207.400 del taller de empleo y cifró en medio millón la cantidad que ingresará de la Semana Verde por tributos pendientes. Asimismo, reiteró que a día de hoy las deudas adquiridas por su ejecutivo están "ao día", restando solo por abonar 235.000 euros a proveedores de los últimos meses y servicios básicos. "Pero hai que ter en conta que quedan 456.000 nas cinco contas e o novo goberno terá remanente para seguir funcionando, pero deben aprobar un suplemento de crédito que a nós nos negaron dúas veces", dijo. E indicó que se habían asumido más de 162.000 euros de facturas sin reconocer "dos famosos caixóns" y otros 592.000 de sentencias judiciales. Además de las facturas con proveedores, el concello tiene pendientes los 464.000 que adeuda a una entidad financiera y a anterior concesionaria de la basura, Urbaser. La deuda bancaria a largo plazo suma 2,5 millones y se reparte entre los 1,3 del Santander Central Hispano, 950.000 con el Banco de Crédito Local y 191.000 de Caixanova, y Pena recordó que cada trimestre amortizaban unos 45.000 euros.

La deuda a corto plazo suma otros 454.000 euros con el BCL y los 325.000 solicitados mediante el sistema confirming para pagar a proveedores locales. La cantidad inicial era de 100.000 euros más, pero el concello negoció rebajas de hasta el 25% con estas empresas. Finalmente, Pena recordó que los ingresos pendientes de la Semana Verde no podrán dedicarse a inversión y propuso destinar los 500.000 euros a pagos al BCL.