El BNG de Silleda realizó ayer un balance de los distintos acontecimientos de desencadenaron en la moción de censura y se presentó como el único partido que, durante este mandato, había sido leal a la sociedad trasdezana. Tanto el portavoz municipal, Matías Rodríguez da Torre, como el responsable comarcal, Alberte Maceira, culparon a socialistas y populares de "chegar a esta situación lamentable" para la ciudadanía y reiteraron su desencanto con la deriva que tomó el grupo de gobierno durante estos más de dos años de mandato. El Bloque percibe la censura como una "manobra promovida polos non adscritos" y amparada por el PP local y autonómico. "É unha estratexia planificada para acceder a máis concellos", opina Maceira

Da Torre analizó los diferentes encuentros mantenidos entre PSOE y BNG desde la toma de posesión y concluyó que la alcaldesa, Paula Fernández Pena, solo se acercó a los nacionalistas cuando sólo gobernaba con dos ediles. El portavoz municipal explicó que en julio de 2007 trasladó a los concejales Manuel Cuiña y Gerardo Lázara una propuesta de pacto, que no se pudo concretar. El otro encuentro, en noviembre de ese mismo año, se frustró, debido a que el grupo de Pena reclamó una tercera dedicación exclusiva para el gobierno. El nacionalista destacó que su partido advirtió más tarde que las discrepancias en el seno del ejecutivo local eran complejas de resolver y achacó estas diferencias a las aspiraciones de los concejales, que se escenificaron con la marcha de Javier Cuiña y Ofelia Rey al grupo de no adscritos. "Non interesaba que entraramos no goberno", declaró Maceira.

Los nacionalistas repartieron responsabilidades entre socialistas y populares en el proceso que culminó el pleno de la censura del lunes, aunque culparon al PP y a su portavoz, José Fernández Viéitez, de ser "o corrupto indutor desta moción, ao conspirar, apoiar e xustificar a compra de vontades na corporación municipal". Al PSOE le reprochó su escasa habilidad para confeccionar una lista, al colocar a personas de diferentes ideologías y su nulo interés por el diálogo y el consenso cuando llegó al poder. Aunque reiteraron su posición contraria a la censura, los nacionalistas consideraron que se debió "a un conflito de intereses persoais e partidarios e loitas de poder entre os membros do PP e PSOE" e insistieron en que los socialistas accedieron al gobierno municipal con su voto. "Condenamos a moción con enerxía. Os populares recorren a estes atallos para chegar ao poder e violar a vontade dos veciños. Isto amosa ata que punto este partido non acepta de bo grao os resultados electorais", declaró Maceira.

Sobre estas "loitas intestinas", Da Torre reclamó que "algún día as partes implicadas expliquen a súa versión". Incluso recordó la intervención del edil no adscrito Javier Cuiña, cuando aludió a supuestas irregularidades para justificar su marcha del gobierno local. "O consenso co BNG non ía ser complicado, pero nunca houbo interese real dun pacto e, cando a alcaldesa o fixo xa era tarde", declaró Da Torre, quien culpó también a la dirección del PSdeG de impedir un acuerdo hasta pasadas las elecciones autonómicas.

Mientras tanto, los nacionalistas ambicionan ser la alternativa "de cambio" con respecto a las otras dos fuerzas políticas y lamentan que las diferencias entre populares y socialistas hayan generado casos de "fanatización".