El Juzgado Mercantil número 2 de Pontevedra publicó ayer la sentencia sobre el proceso concursal de acreedores que pesaba sobre el colegio Sagrado Corazón de Lalín y en la misma declaró culpable al titular del centro y promotor del mismo durante 45 años, Fidel Fernández Presas. Asimismo, el fallo judicial condena a Fernández a una inhabilitación para administrar bienes ajenos y a cualquier persona por espacio de dos años y declara la pérdida de cualquier derecho que tuviese como posible acreedor o contra la masa. Finalmente, también lo obliga a pagar a los acreedores concursales el importe que, de sus créditos, no perciban de la liquidación de la masa, en alusión al colegio.

En los fundamentos de la sentencia, el tribunal pontevedrés recuerda que Fernández Presas no solicitó voluntariamente la declaración del concurso en ningún momento y que tuvieron que ser sus acreedores los que interpusieran la solicitud ante el juzgado mercantil.

Además, en el fallo se asegura que en el colegio se producía un "incumplimiento sustancial" de la contabilidad y que existe "irregularidad relevante" en la comprensión de la situación patrimonial. De hecho, concreta que no se estaba llevando la contabilidad oficial, que no existía relación de ingresos y gastos, que no había ni libro de caja ni inventario y que se constataba una falta absoluta de documentación contable. Al respecto, también se incluyen las argumentaciones de la defensa de Fernández Presas para que el concurso se declarase fortuito en vez de culpable, ya que recordaba que él no era el encargado de la contabilidad al delegarla en terceras personas y que carecía de conocimientos jurídicos sobre el concurso de acreedores, "aunque la situación de insolvencia fuese palpable". Aun así, la justicia no tuvo en consideración estos motivos y ha culpado al promotor del centro privado.

Precisamente, esta sentencia se conoce pocos días después de que Fidel Fernández emitiese en un comunicado sus quejas por el rumbo y pérdida de valores del colegio desde que lo dirige la administración concursal y que reclamase apoyos a la sociedad lalinense para poder recobrar el control.

Esas manifestaciones causaron malestar en un grupo de profesores del Sagrado Corazón, que en la jornada de ayer aseguraron que el colegio puede tener futuro y ser viable si se mantiene el actual rumbo con los administradores concursales. Cabe señalar que el centro cuenta con una plantilla de 66 personas y tiene matriculados a más de 400 alumnos.