La Guardia Civil, con cuatro cuarteles en la comarca dezana, vivió ayer el día de su patrona, la Virgen del Pilar, con más respaldo y apoyo popular, que nunca, ya que cientos de personas acompañaron a la Benemérita en esta especial festividad respaldando y respondiendo con cariño a su labor de todo el año.

En Lalín, la Guardia Civil comenzó las celebraciones con su acto litúrgico habitual en la pequeña y coqueta iglesia de Lalín de Arriba, que se quedó pequeña nuevamente para la ocasión. Tras casi una hora de misa, los agentes, con su capitán, Antonio Sánchez, al frente, hicieron un breve recorrido en procesión por los alrededores del templo.

En todo momento, estuvieron acompañados por los alcaldes de Lalín, Agolada y Dozón, Xosé Crespo, Ramiro Varela y Adolfo Campos, en representación de los vecinos de los tres territorios que se cubren desde este acuartelamiento. Además, también estuvieron presentes el director xeral de Desenvolvemento Rural, Antonio Crespo; el ex alcalde de Agolada, Manuel Costa Casares; los ediles del PP Camilo González Bodaño y Román Rodríguez; el ex delegado de Educación y ex portavoz socialista Cristóbal Fernández; y los concejales del PSOE Marta Lázara y Manuel Miguélez; así como algunos miembros de la Policía Local y de Protección Civil de Lalín ataviados con sus trajes de gala para acompañar en la festividad a unos compañeros de los servicios de seguridad con los que comparten muchas horas.

La jornada festiva contó con numerosas notas musicales, ya que los actos religiosos contaron con las interpretaciones de un grupo de músicos de la Banda de Lalín y los habituales pinchos en el patio del cuartel, servidos por el ex alcalde de Rodeiro Manuel Salgado, estuvieron amenizados por una charanga. El ágape contó con muy buen ambiente y las continuas sonrisas de los agentes, que departieron largo y tendido con familiares, amigos y visitantes.

Los actos en Silleda arrancaron con una misa en la iglesia parroquial, a las 12.00 horas. La posterior procesión estuvo presidida por la alcaldesa, Paula Fernández Pena, en el que pudo ser su último acto oficial como mandataria de Trasdeza, donde estuvo acompañada por los ediles Manuel Cuiña y Dolores García. La Banda de Música de Bandeira fue la encargada de acompañar a la comitiva durante la procesión, a la que también acudieron los concejales populares Javier Presas, Alejandro Vidueiros, Eva Lojo y Concepción Vázquez, que departieron con algunos de sus convecinos. Posteriormente, los actos se trasladaron al acuartelamiento local, donde tuvo lugar un ágape, menos concurrido que en años anteriores. Los siete guardias silledenses estuvieron acompañados por vecinos, familiares y amigos, al mismo tiempo que la banda de música interpretaba distintas piezas para amenizar la soleada mañana trasdezana. Los ediles populares eligieron una de las primeras mesas del recinto, mientras que la alcaldesa y los concejales de su gobierno se situaron en el centro de la carpa, donde se sirvió una copiosa comida, a base de pinchos variados, pulpo o empanada. Pena eligió para la ocasión un vestido de dos piezas de color negro, con el que tuvo que tolerar más si cabe las elevadas temperaturas de una impropia mañana otoñal.

La festividad del Pilar en Vila de Cruces comenzó pasadas las 13.00 horas con la tradicional eucaristía en la iglesia del municipio, que estuvo amenizada por primera vez por la Banda Artística de Merza. Ya pasadas las 14.30 horas el numeroso grupo de invitados y autoridades se desplazó hasta los bajos de la Praza Juan Carlos I, donde se celebró la comida. El alcalde, Jesús Otero, estuvo acompañado por buena parte de los concejales del grupo de gobierno, así como el portavoz del BNG, Xoán Blanco, que también se quedó a la comida.

Por último, los vecinos rodeirenses cambiaron por un día la liturgia en la iglesia –en la carretera de Ventosa– por una eucaristía en el patio del remodelado cuartel, amenizada con la música de la Banda de Vilatuxe y las 30 voces de la Coral de Rodeiro. Tras un sermón en el que el párroco alabó la labor de servicio de la Guardia Civil, comparándola con la de la Virgen como madre de Dios, tuvo lugar un mini concierto en las dependencias de la Benemérita y un largo aperitivo.