Veinticuatro horas después de conocer que deberá afrontar una moción de censura el día 19, la todavía alcaldesa de Silleda, Paula Fernández Pena, se muestra tranquila. Su agenda de ayer comenzó en el concello con trabajo propio de gestión municipal y luego compareció, en Santiago, junto a presidente de su partido en Galicia, Manuel Vázquez, para valorar el registro de la moción. Ya por la tarde acudió de nuevo a Compostela, a una reunión del PSdeG, una vez que acaba de ser designada la número tres del partido en Pontevedra y responsable de infraestructuras en el organigrama provincial de la formación progresista.

–¿Cómo se encuentra, sólo 24 horas después del registro de la censura?

–Perfectamente. La verdad es que tengo muchas ganas de seguir trabajando, tanto en tareas propias de gestión municipal como en cuestiones relativas a mi partido, para el que ahora tendré más tiempo.

–¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando supo en Santiago que PP y no adscritos habían firmado la moción?

–Vergüenza ajena. Lamenté que siete personas tomaran esta decisión contra la voluntad de un pueblo, que se manifestó en masa, y contra la decisión soberana de lo que éstos votaron en las elecciones.

–¿Sigue pensando que la censura sólo obedece a venganzas personales de sus anteriores compañeros de partido?

–Este asunto incluso me lo transmitió Pepe Crespo [alcalde de Lalín] en un encuentro con alcaldes en Expodeza [con motivo de una visita del presidente provincial, Rafael Louzán]. Me comentó que había demasiados intereses mezclados aquí y que no eran capaces de parar la moción. También recuerdo que, antes de las elecciones de 2007, Ofelia Rey me puso como condición para ir en la lista ser teniente de alcalde, pero yo aposté por Manuel Cuiña. Eso nunca me lo perdonó, pese a que Cuiña luego demostrase su valía. [El portavoz del PP José Fernández] Viéitez siempre tuvo hacia mi persona un odio visceral y Javier Cuiña siempre fue un experto en maniobras políticas. Ahora tendrá a Ofelia para manejar. Pero, además, estaremos muy atentos a la posible contratación en el concello del marido de otra concejala.

–Alguna culpa habrá tenido usted...

–Sí. Pero creo que fui la única que lo reconoció. Hubo dificultades cuando se intentó un pacto con el BNG o en otros acuerdos, pero ahí aparecieron comentarios desafortunados de Javier Cuiña o Gerardo Lázara. Mi falta de experiencia me jugó malas pasadas, pero sólo eso.

–¿Las desavenencias en el grupo comenzaron incluso antes de ganar las elecciones?

–Pues sí. Durante la campaña electoral hubo problemas por el número en las listas al que aspiraban Gerardo y Javier. Debí prescindir de ellos, pero se unieron para destrozarme a mí. Durante los primeros meses me dejaron sola, se dedicaban a cuestionarme ante Ofelia mientras yo trataba de resolver los problemas que había en el concello.

–¿De qué se arrepiente?

–De no haber tenido el valor para ordenar una lista como quisiera. Teníamos una candidatura brillante pero con dos elementos distorsionadores, pero en una como esa no me vuelven a pillar para 2011.

–¿No estará a estas alturas confeccionando su lista para las próximas municipales?

–Llevo meses en ello, porque nadie puso nunca en duda mi capacidad de trabajo. Debemos reforzarnos en parroquias como Piñeiro [tierra de Ofelia Rey].

–¿Cómo planteará su oposición al nuevo gobierno?

–Me dedicaré a hacer la oposición constructiva que yo no tuve y velaré porque exista un trabajo en favor de los ciudadanos.

–¿Lamenta que no pueda sacar adelante algún proyecto que tenía en mente?

–Es conveniente recordar que me faltaba un año y medio de mandato. Hay cosas que prometí, como la piscina, que no se haría por no tener ayudas de otras administraciones, pero la residencia era una realidad si siguiese el bipartito. Espero que ahora se haga. El Plan Xeral está sólo pendiente de su aprobación inicial para llevarlo a pleno.

"No es normal que Rey siga sin decir una palabra"–¿Por qué todas las partes creen que su negativa a pactar con el BNG provocó el desmoronamiento de su grupo de gobierno?

–Esa es una tesis errónea. Hubo intentos de pacto con el BNG, aunque en un principio este partido se negó a ello. En los otros intentos el Bloque estaba de acuerdo, pero volvieron a aparecer los elementos distorsionadores.

–¿Mantiene que Ofelia Rey no está capacitada para ejercer como alcaldesa?

–Nunca dudé de sus capacidades, aunque, cuando asumió Hacienda, una de las concejalías más importantes, nunca tuvo interés, ganas ni voluntad por nada y no participó en ninguna de las acciones en materia económica que hizo este gobierno. Ojalá sea una buena alcaldesa, pero tampoco es normal que promueva una moción de censura desde hace tiempo y siga sin decir una palabra, incluso tras haberla presentado.