Los ediles no adscritos y cinco de los seis concejales del PP de Silleda registraron ayer la moción de censura contra el gobierno socialista de Paula Fernández Pena, que, previsiblemente, cederá la alcaldía en un pleno fijado para el lunes 19 a las 12 horas. La concejala no adscrita y candidata a alcaldesa, Ofelia Rey, y el edil popular Javier Presas presentaron ayer la solicitud de la sesión extraordinaria en la que, con toda probabilidad, Pena cederá el bastón de mando a la segunda regidora de la historia de Silleda. Los cinco concejales populares solicitaron la baja de militancia en el partido; aducen que la decisión “é responsabilidade dos edís electos” y dejan al PP “ao marxe da medida adoptada”.

La nueva mayoría absoluta se conformará con cinco apoyos de los ediles populares y los dos de los no adscritos, siendo ya inútiles los votos de los cuatro concejales del PSOE -incluido Gerardo Lázara, apartado de las funciones de gobierno en junio- y el del BNG. Como había anunciado, el concejal del PP Manuel Mato no refrendó ayer con su firma la censura, aunque su voto tampoco será determinante, al contar los promotores de la moción con siete de los trece ediles que integran la corporación. Ayer ni siquiera tenía claro si se abstendría en la votación o, simplemente, no asistiría al pleno. De acudir, deberá presidir la mesa de edad que dirigirá las votaciones, junto al concejal del BNG, Matías Rodríguez da Torre, por ser el mayor y el más joven.

A las doce en punto de la mañana llegaron al consistorio Rey y Presas con la solicitud en la mano y se dirigieron al despacho de la secretaria municipal, donde permanecieron casi media hora, para que ésta rubricase la diligencia correspondiente. Visiblemente nerviosa, Rey accedió al registro municipal, donde se asentó la petición del pleno extraordinario y la moción de censura contra Fernández Pena, en la que ya se propone a la concejala de Piñeiro como próxima mandataria. Rey eludió responder a las preguntas de los medios de comunicación e incluso invitó a la prensa a no interferir en las funciones del funcionario local. “Deixade que faga o seu traballo, logo podedes facer as fotos que queirades”, manifestó. Y también dejó su impronta cuando exigió hasta en tres ocasiones al responsable del registro que sellase todos los documentos de la moción como ella estimaba más oportuno.

Nefasta gestión

Dos horas después, los firmantes de la censura remitieron un comunicado en el que atribuyen la moción a la “nefasta xestión da alcaldesa” y a la manifiesta inestabilidad de su ejecutivo. Los siete ediles culpan a Pena de falta de diálogo durante estos dos años y medio de mandato y mencionan en varias ocasiones “as formas totalitarias” de la regidora socialista. “Este goberno provocou por si mesmo unha situación caótica, da que non se aprecia mellora algunha, que cada día se sume na máis profunda inestabilidade, provocada pola súa prepotencia, carencia de diálogo aínda que trate de culpar á oposición”, dicen en alusión a la mandataria, a quien reprochan que se negase a abrir un diálogo con otros grupos municipales. “Estas formas totalitarias, que pretendían o dominio persoal da actividade municipal, provocaron o alonxamento do BNG, que lle puido ter dado unha maioría para gobernar”, apuntan. Los promotores de la censura insisten en que la marcha de Javier Cuiña y Ofelia Rey y las malas relaciones con Gerardo Lázara provocaron “unha situación de ingobernabilidade, con tres concelleiros no goberno e dez na oposición”.

Pero los ediles que conformarán el nuevo gobierno no sólo le achacan a la alcaldesa desinterés por integrar en 2007 al BNG o las disputas internas en el seno del grupo socialista. También apuntan hacia una “nefasta xestión” de Pena, de la que reprueban su deficiente relación con otras administraciones públicas. “En dous anos non houbo una soa obra importante. O Plan Xeral, a residencia de maiores, as piscinas, a débeda municipal, os orzamentos, o solo industrial ou campos de fútbol de herba sintética. Desto todo nada”, alegan. “Consideramos que esta situación non se pode prolongar máis tempo, xa que os resultados da política da alcaldesa están a danar gravemente o presente e futuro de Silleda”, señalan, y anuncian que el nuevo ejecutivo abrirá un proceso de recuperación de las relaciones institucionales con Xunta, Diputación y Estado. “So buscamos os medios legais e democráticos para poder restablecer a estabilidade que precisa o concello”, concluyen.

Otras reacciones

El concejal popular que negó su voto a la censura mantiene que seguirá dentro de este partido todo el mandato, salvo “que non me sinta cómodo”. Reiteró que decidió en su momento que la moción no era la estrategia más conveniente para su grupo y que sus todavía compañeros de partido le comunicaron el lunes que la moción se registraría ayer. “Estou desconectado do tema. Non quero aplausos por esta decisión nin creo que mereza críticas”, dijo Mato, que advierte de que será “un concelleiro de primeira e non de segunda” lo que resta de mandato.

El portavoz del BNG declaró que su partido condena la moción, pero cree que “víase vir, debido ás vinganzas persoais”. “A lista era un desastre e este goberno nunha consensuou nada”, dice. Convocará una asamblea para valorar la censura.

Javier Cuiña declinó hacer valoraciones y Gerardo Lázara no atendió las llamadas de esta Redacción.