Vecinos de los lugares de Vilamaior y Sestelo, en la parroquia lalinense de Botos, denuncian el mal estado en que se encuentra una pista de acceso a estos lugares y que abrieron desde A Pena las empresas Ferrovial y Dragados, concesionarias de las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) en la zona y que, precisamente, habilitaron este acceso a la espera de terminar la construcción de un puente cercano.

A pesar de que la vía tiene una calzada de 6 metros, suficiente para la circulación en ambos sentidos, el firme presenta profundos y numerosos baches e n un tramo de 1,5 kilómetros. Por ello, desde el mes de mayo los vecinos se dirigieron en numerosas ocasiones al edil de relaciones con el Adif, Antonio Rodríguez. Tras las sucesivas mediaciones del concejal, las empresa cubren los baches de la pista, pero aplazan su arreglo total hasta el final de las obras. Esto provoca diversas molestias a los vecinos, que usan el acceso tanto con vehículos como con maquinaria agrícola para sus labores en las fincas próximas. Por ello, este verano uno de los habitantes de la zona tuvo que reparar su tractor después de que éste sufrieras diversos desperfectos debido a los baches de esta carretera. Los 30 vecinos afectados tienen como alternativa a este vial un rodeo de casi 4 kilómetros que incluye la antigua estación de Botos.