El secretario de organización de los socialistas gallegos, Pablo García, responsabiliza a la cúpula del PPdeG de ser los verdaderos impulsores de la moción de censura en Silleda y alega que una parte importante de la militancia local rechaza un cambio de gobierno en Trasdeza. A su juicio, la negativa se extiende a parte de los concejales, quienes no ven prudente una alianza con los dos ediles no adscritos para arrebatarle la alcaldía al grupo de Paula Fernández Pena. El número dos del PSdeG recordó el caso del concejal Manuel Mato, que descartó su apoyo a la censura, y opina que la agrupación local está siendo "coaccionada e obligada" por los altos cargos de su partido para secundar la moción. "Silleda é un pobo pequeno, e todos sabemos que non queren esto, pero están sendo inducidos", indicó, y atribuyó estas presiones al presidente, número dos y responsable provincial del PP gallego. "Se Feijóo, Alfonso Rueda e Louzán non quixeran, non habería censura", puntualizó.

García exhortó a los populares a aclarar si darán el paso. "Se están dispostos que o fagan, pero deixen de desgastar sen argumentos á alcaldesa, Paula Fernández Pena", dijo. También reprendió al PPdeG por aplazar el registro de la moción, en función de la agenda de sus altos cargos, en referencia a la "romería popular" del sábado pasado y la visita a Lalín de Feijóo de este miércoles. El político hizo alusión a la manifestación "rexeitando á censura, á que acudiron tamén votantes de dereitas" e indicó que "os silledenses non se merecen esta utilización", dijo.

Pablo García compareció ayer en las sede del PSOE de Silleda para respaldar a la alcaldesa y desmentir las acusaciones del PP sobre supuestos casos de corrupción que implican a la mandataria. Pena calificó de nuevo como "absurdas" estas imputaciones y recordó que ya llevó a los tribunales al portavoz del PP local, José Fernández Viéitez, por decir hace meses que había intentado comprar a un edil popular al inicio de su mandato. La alcaldesa aludió a la denuncia de la formación conservadora, con la que la acusó de tratar de expulsar al edil socialista, Gerardo Lázara, a cambio de un trabajo en una empresa privada que realiza obras para el concello. Pena ratificó que presentará una querella criminal contra Viéitez, anunció que el acto de conciliación será el día 14 y admitió que trató de "botarlle unha man a Lázara" para que consiguiese un trabajo. "Aínda, tendo en conta que isto non é un delicto, o que non pode facer o PP e intentar convertir nun delicto algo que non o é, e presentando unha denuncia sen probas", dijo. Consideró "absurdo" que pretendiese "comprar" al concejal, una vez que cuando decidió expulsarlo, su grupo ya gobernaba sin los ediles Javier Cuiña y Ofelia Rey, que se habían pasado al grupo de no adscritos. "Sobre este caso de Gerardo só podo dicir que Silleda é un pobo e todos nos coñecemos", destacó Pena, y recordó que el cese de Lázara se produjo mediante un decreto, con el que quería apartarlo de sus funciones. La mandataria mencionó de nuevo que Lázara Moreda había puesto su acta a disposición del grupo de gobierno y, durante este tiempo, e incluso "foi buscar traballo a Madrid".

Finalmente, lamentó que el PP haya emprendido esta campaña de descrédito contra su persona "para deslexitimizarme, cando a Viéitez xa fixo o pobo de Silleda", concluyó.