El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, realizó ayer una completa visita oficial a Lalín, la primera que cursa a un ayuntamiento gallego con la excepción de las grandes ciudades, y anunció una rebaja "como mínimo" del 25% para los usuarios que realicen trayectos de ida y vuelta por la autopista AP-53 y de más del 25% para los que la utilicen de forma ordinaria y habitual varios días a la semana. En todo caso, el descuento no se hará efectivo hasta que el Ministerio de Fomento no traspase la titularidad del vial a la Xunta, aunque reveló que el proceso marcha por buen camino y que el pasado 24 de septiembre se constituyó una comisión de análisis técnico del traspaso entre el Estado y la administración autonómica.

El compromiso de Feijóo supondría una rebaja de al menos 1,25 euros por trayecto para los vehículos ligeros, que en la actualidad pagan 5,15, y de casi 2,50 para los vehículos pesados, que rondan los 10 euros. En todo caso, el anuncio es claramente inferior a lo recogido por el PPdeG en su programa electoral de las elecciones gallegas, ya que en el mismo se garantizaba una rebaja del 50% para usuarios habituales. Eso sí, Feijóo se cuidó muy mucho y dejó bien claro que el 25% de rebaja es un porcentaje mínimo, ya que la cifra final dependerá del momento de cesión de la autopista y de las posibles restricciones presupuestarias de la Xunta en el actual marco de crisis. La medida no va a ser suficiente para la oposición lalinense, que reclama la gratuidad, y tampoco para el alcalde, Xosé Crespo, que siempre ha insistido en la "xustiza" de la supresión de las tarifas. Aun así, la moderada rebaja le servirá para seguir negociando mientras apacigua los ataques de sus rivales políticos.

Precisamente, ayer se conocieron los datos oficiales de tráfico de la AP-53 en el pasado mes de junio, que establecieron un nuevo récord con 6.206 vehículos diarios, lo que supone un incremento del 8,7% respecto al mismo mes de 2008.

Volviendo a la visita de Feijóo a Lalín, comenzó con las cooperativas agrarias en Mouriscade, complejo para el que Crespo le pidió apoyo, y prosiguió con un encuentro con industriales en la Asociación de Empresarios de Deza (AED). Finalmente, tuvo una recepción oficial en el concello, a la que asistieron ediles de PP y PSOE y se ausentaron los del BNG, donde firmó en el Libro da Honra. La completa mañana concluyó con una visita relámpago a las obras del nuevo consistorio lalinense.