Concurridos y controvertidos. Así acostumbran a ser todos los plenos en los que el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) figura como protagonista en el orden del día de las sesiones, ordinarias o extraordinarias, celebradas por la corporación de A Estrada. El de ayer tuvo también lo suyo. Fueron muchos los vecinos, entre los que figuraban integrantes de la Agrupación Estradense para a Defensa do Rural e o Urbano (Aedru) –colectivo que en su momento había manifestado su disconformidad con el Plan Xeral al que la Xunta negó su aprobación definitiva y que ahora se encuentra en proceso de corrección– que quisieron ocupar las butacas del salón de plenos para seguir el debate desde primera línea. La oposición municipal se decantó por la abstención en el momento de tomar el acuerdo de continuar con la tramitación del plan tras tomar razón del texto corregido y adaptado a las exigencias de la consellería en su orden de mayo de 2006. No obstante, el PP adelantó que no usará "o voto vingativo" contra el Plan Xeral, aún cuando no dejó pasar de largo la oportunidad de recordar al PSOE que en su día cambió el sentido de su voto, pasando de una esperada abstención a un voto en contra.

El debate comenzó tras la aprobación por unanimidad de una enmienda en virtud de la cual se dio cuenta de los últimas incorporaciones al documento y se propuso la aprobación inicial del documento de sostenibilidad ambiental, trámite este último sugerido por el portavoz del PP, José López, según él mismo matizó. "Sorprendía que se levase unha dación de conta cando o informe de sustentabilidade ambiental non fora aprobado pola corporación", apuntó el edil. El PP aseguró su disposición a realizar en este punto una "oposición constructiva", aún cuando no dejó de reiterar que no se dejó participar a la oposición en este proceso, cuestión en la que también estuvo de acuerdo el portavoz del grupo no adscrito, José Manuel Reboredo.

"Un fiel aliado"

López Campos hizo también hincapié en que, hasta el momento, el plan no cumplió los 3 aspectos claves exigidos por el PP: "un plan ambicioso, transparente e para todos". Tras señalar que al documento todavía le queda mucho camino por recorrer, el concejal popular auguró que el plan no estará "no mellor dos casos" para su aprobación definitiva "antes dun ano". Aseguró que el gobierno tiene en el PP "un fiel aliado" para sacar adelante esta herramienta vital para el desarrollo de A Estrada. Vaticinó que el equipo de gobierno "non vai aproveitar esa man tendida" y apuntó que suya será la responsabilidad.

Por su parte, Reboredo señaló la conveniencia de que los servicios jurídicos del concello emitan un informe para tener la seguridad de que la tramitación cumple todos los requisitos. Justificó su abstención en la "falta de información" y recordó sus peticiones de exponer el documento en las parroquias, facilitar una copia en soporte informático a las copisterías locales para que los vecinos puedan acceder al documento y habilitar una oficina municipal de atención al ciudadano específicamente en esta cuestión. Tomó unas palabras pronunciadas en su día por el socialista Manuel Otero Espiño y subrayó que su grupo esperará la respuesta de los vecinos durante la exposición pública que ahora afronta el PXOM para determinar "seo plan é bo ou malo".

La edil de Urbanismo, Irene Aguiar, recalcó ayer que el equipo redactor del Plan Xeral realizó "escrupulosamente" las correcciones sugeridas por el directrices de la consellería. Anunció que durante la fase de exposición pública que se abre tras el acuerdo de ayer de dar continuidad a la tramitación del plan se habilitará una oficina municipal para atender a los vecinos y solventar sus dudas sobre el documento, un servicio que funcionará de lunes a viernes de 09.00 a 14.00 horas. Por su parte, el alcalde tomó la palabra para hacer dos matizaciones: que el grupo de gobierno no impide a los concejales que trabajen en el Plan Xeral –"poden quedarse a durmir aquí se queren", ironizó– y que el ejecutivo "non presiona aos funcionarios para que emitan informes a medida".