El Ministerio de Fomento ha concluido la construcción del viaducto de Martixe, (Silleda) que cuente con 974 metros de longitud y separa los núcleos de población de Carboeiro de Francia y Martixe de Abaixo. El puente está integrado dentro del subtramo Carboeiro-Dornelas y se apoya sobre 18 pilares con una altura variable que oscila entre los 53 y los 85,8 metros. El plan de obra y el informe geotécnico propuso que buena parte de las pilas se cimentasen sobre zapatas de hormigón armado, a excepción de siete de ellas, que se cimentaron sobre pilotes de hasta 18 metros de profundidad.

Por otro lado, la ejecución del tablero del viaducto, mediante una cimbra autoportante, evita que durante la construcción se invadan los cauces y la vegetación de ribera del entorno por que discurre; una vez que atraviesa dos laderas con pendientes suaves, que siempre mantienen la altura del terreno en torno a los 50 metros.

Esta obra forma parte del subtramo del Tren de Alta Velocidad (TAV), de un total de 7 kilómetros de longitud. Además del citado puente, la actuación incluye la construcción de los viaductos de Covas, Besteiros y Río Toxa, ya ejecutados. Así, esto indica que los pasos elevados supongan más de 3.000 metros, además de los 820 del túnel do Agro, y la inversión del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias se eleve a algo más de 80 millones de euros.

El trazado del TAV por Silleda se ha visto afectado por la línea eléctrica de alta tensión de la firma Red Eléctrica Española y el Adif tuvo que modificar su trazado entre las pilas 8 y 9, que tienen una altura sobre el terreno de 75 metros. La línea se desvió entre marzo y octubre de 2008.