Ganaderos y sindicatos de la comarca dezana coincidían en calificar de “rotundo éxito” el respaldo de la zona a la manifestación del sector este jueves en Madrid. “Onte, na capital madrileña falábase galego”, explicaba, orgulloso, el edil de Actividade Agraria de Lalín, Manuel Fernández. El millar de ganaderos de Deza y Tabeirós que acudieron a la protesta contribuyeron a convertir a ésta en la segunda de mayor magnitud, “despois daquela que houbo en 1996 esixindo un aumento de cota láctea”, y que consiguió que la entonces ministra Loyola de Palacio efectuase un incremento de 550.000 toneladas, de las que más de 200.000 se destinaron a las explotaciones gallegas.

“Ou o Ministerio non coñece o problema do gandeiro galego, ou prefire pasar del”, recrimina, tajante, el concejal lalinense. Por eso “Galicia acudiu en masa á manifestación en Madrid, sendo a comunidade con maior afluencia”, apuntaba Fernández. No en vano, la comunidad aglutina el 50% de los productores y el 60% de la producción.

Son unas cifras que corrobora, de algún modo, el secretario xeral de Xóvenes Agricultores, el también lalinense Francisco Bello. “Aínda que de forma progresiva van desaparecendo granxas, non podemos esquecer que o 80% das vilas do interior basean a súa economía na actividade gandeira e agrícola”. Los problemas que atraviesan estos enclaves -bajos precios en origen, competencia desleal de los excedentes francés y alemán, amenazas con suspensiones en la recogida de leche- deben ser subsanados de inmediato, “así que urxe o nomeamento dun novo conselleiro de Medio Rural, ao que non podemos darlle a marxe dos cen días porque non podemos esperar tanto tempo”, asegura Bello. El sindicalista también reseña que la manifestación fue el último recurso para luchar por la supervivencia del sector, “xa que o Ministerio e Medio Rural non fixeron nada, así que un polo outro, a casa está sen varrer”, concluye.

En cualquier caso, se espera una reacción por parte de la ministra Elena Espinosa en un plazo de 15 días, dentro del que debería celebrarse una conferencia sectorial para analizar el presente y las perspectivas del sector. Para Manuel Fernández, uno de los puntos a revisar urgentemente es, sin duda, el dumping francés. “Non é normal que producindo o 70% do leite que vai consumirse, en Galicia corramos o risco de quedar sen entregar producto”. Además, algunos ganaderos ya han cobrado sólo 16 céntimos por litro con la excusa “de que ese leite vai para converterse en pó”, cuando finalmente sí se envasa en bricks, mientras la leche excedente gala y germana, en lugar de transformarse en leche en polvo, “se traslada en cisternas a España para envasarse e venderse tamén en leite líquido”, asegura.

El concejal también señala la necesidad de respaldar la producción ganadera “non só polo que supón para moitas economías, senón porque ao redor dunha explotación de leite se xeran moitos empregos indirectos”. A modo de ejemplo, una granja con 300.000 kilos de cuota crea al menos 10 puestos de trabajo vinculados al reparto de piensos o trabajos con maquinaria, entre otros.

Día Internacional

Por otra parte, ayer se conmemoró el Día Internacional de la Lucha Campesina, en recuerdo de los 19 campesinos brasileños del Movimento sem Terra, que fueron asesinados por la policía cuando reclamaban determinados territorios. En Santiago de Compostela, miembros del Sindicato Labrego Galego participaban en una manifestación desde la Praza Roxa y en un simulacro del entierro de la agricultura. Este acto estaba organizado por la Plataforma Galega Antitransxénicos y la Rede Anticapitalista.