La manifestación convocada de modo unánime por todos los sindicatos y organizaciones agrarias celebrada ayer en Madrid fue un completo éxito de asistencia y reivindicativo y dio buena muestra de la fuerza del sector para exigir una solución a los bajos precios de la leche, que se llegan a abonar a 16 céntimos por litro pese a que los compradores pagan entre 5 y 7 veces más. Unas 15.000 personas, según la organización, tomaron la calle Alfonso XII y parte del Paseo de la Infanta Isabel para acabar su protesta delante del Ministerio de Medio Rural con duras críticas a la postura de la ministra, Elena Espinosa. Los gallegos, pese a su paisanaje con la titular de Medio Rural, coparon el protagonismo y lideraron la marcha con la presencia de 6.000 ganaderos y los atrezos más imaginativos de la mañana.

Durante la entretenida marcha, vigilada con casi una decena de grilleras, varios coches y decenas de agentes, el secretario xeral de Unións Agrarias, el rodeirense Roberto García, explicó que han cursado un escrito con sus reivindicaciones a la ministra y lamentó que se permita el dumping con la leche, así como la ejecución de actos “delictivos” con la compra de leche en polvo y su destino al uso habitual. En el mismo sentido, el lalinense Francisco Bello, de Xóvenes Agricultores, se mostró convencido de que la protesta será “un punto de inflexión” para que se cambien las políticas permisivas con la leche francesa para “evitar el cierre de más explotaciones” en España y agradeció el apoyo de cooperativistas de los ramos de la huerta y el vino.

La manifestación, presidida por el lema “Por un presente y un futuro para el sector lácteo español”, acabó con las alocuciones de los líderes sindicales, como Lorenzo Ramos, Pedro Barato, Javier Taboada y Miguel López. Todos lamentaron el cierre de más de 100.000 granjas en España y aseguraron que ninguna más de las 24.000 existentes va a retroceder. Por ello, pidieron a la ministra que apueste por cubrir el déficit de leche para consumo que hay en España y que vigile las importaciones francesas y alemanas identificando claramente los productos. Además, pidieron dinero para afrontar esta crisis, al igual que el resto de sectores como la banca o el ladrillo, y advirtieron, en boca de López, de que si no hay soluciones “habrá guerra”. En principio, y aunque con dudas, ya esperan la entrevista que les prometió la máxima responsable de Medio Rural.

A la conclusión de la marcha, los ganaderos, entusiasmados con el éxito de la convocatoria, vertieron algunos litros de leche delante del ministerio, que también sufrió una pequeña hoguera con banderolas de los participantes. La dependencia estatal estaba perfectamente blindada con vallas antivandálicas y decenas de agentes, lo que, unido a la actitud pacífica de los manifestantes, evitó que se produjeran incidentes de importancia.

Globos y zancudos

La manifestación de ayer, que se prolongó por espacio de más de dos horas, estuvo muy vigilada, incluso por vía aérea con un helicóptero, pese a su carácter eminentemente festivo dentro del tono duro de la reivindicación.

Desde el impresionante túnel de Alfonso XII, se percibía una impresionante marea entremezclada de blancos, naranjas, verdes y amarillos. Globos, bombos, megafonía, zancudos, que aguantaron estoica y bravamente el recorrido animando a las masas, disfraces y numerosas representaciones amenizaron una marcha, que estuvo caracterizada por un orden absoluto salvo los habituales momentos de caos del arranque. Sólo el lanzamiento de petardos, orientados en varias ocasiones a la localización de personas, enturbió el acto. El colorido también lo aportaron las banderas, entre las que destacan principalmente las de las comunidades norteñas, las más representadas, como Asturias, Cataluña, Euskadi y, por supuesto, Galicia, que, entre sus enseñas contaba con algunas nacionalistas.

Finalmente, los líderes sindicales reiteraron que pedirán a Espinosa, cuando les reciba, lo mismo que lo planteado ayer: la recogida de toda la leche de España a precios dignos y que cubran los costes de producción, las ayudas al sector, la prohibición del dumping en leches foráneas, la aplicación de medidas eficaces en los excedentes, la diferenciación de la leche producida y el equilibrio de fuerzas en la red láctea.