Los municipios de Lalín y Silleda fueron los únicos de la comarca que conmemoraron ayer los 30 años de las primeras elecciones democráticas con jornadas de puertas abiertas en las que los más jóvenes tuvieron un claro protagonismo. El concello trasdezano fue el que preparó un programa más amplio, con un homenaje a los 83 ediles que pasaron por el ayuntamiento desde 1979 hasta la actualidad, en el que la figura del primer alcalde democrático Casimiro Fernández Otero, que ya había ejercido durante el franquismo, fue recordada por los tres regidores que le sucedieron en el cargo.

Con un salón de plenos abarrotado y la primera corporación sentada en las primeras filas arrancó la ceremonia presidida por la actual alcaldesa, Paula Fernández Pena, acompañada de Juan Salgueiro (1987-1999) y de José Fernández Viéitez (1999-2007). En la butaca central, un ramo de flores recordaba a Casimiro Fernández, elogiado por la totalidad de sus sucesores. Al que más le costó olvidar los años en los que ostentó el bastón de mando fue a Salgueiro, que instó a los presentes a guardar un minuto de silencio por los ediles fallecidos. Viéitez fue más escueto en su intervención y, al igual que Salgueiro, aludió a “don Casimiro” como un ejemplo para los silledenses.

Ayer, las disputas anteriores y actuales se dejaron a un lado y los abrazos y los apretones de manos fueron las imágenes más comunes, tanto fuera de la casa consistorial como en el salón de plenos. Fue Salgueiro Montouto el que, rompiendo la solemnidad del acto, dijo que sería breve en su alocución, “senón isto ata podería acabar nunha moción de censura”. Pena optó por un dilatado, aunque ilustrativo, alegato en el que definió a la democracia como un sistema “no que non hai lugar para o cansanzo nin para os complexos” y agradeció a todos los ediles que pasaron por el concello durante los últimos 30 años “o voso traballo polo progreso de Silleda”.

Los primeros 17 concejales que tuvo el municipio recibieron la réplica del rosetón de Carboeiro en cerámica y, como los demás, un pergamino conmemorativo. Pena, Viéitez y Salgueiro entregaron los detalles al resto de los que pasaron en algún momento por el gobierno u oposición silledense. Javier Fernández, hijo del primer alcalde, fue invitado a intervenir y agradeció los gestos de afecto hacia su progenitor. “Sempre nos dicía aos fillos que non nos meteramos en política”, bromeó. El acto concluyó con una foto de familia y un posterior ágape en el hotel Oca Katiuska.

Por otro lado, un grupo de alumnos del IES Pintor Colmeiro participó ayer en una simulación de pleno, que comenzó con Pena cediendo el bastón de mando al alumno Diego Cajide, que ejerció con nota como mandatario del Concello de Carboeiro. Los jóvenes escenificaron la sesión con brillantez y un toque de humor que convirtió los más de 60 minutos del acto en una actividad muy agradable, seguida por parte de la corporación, y que despertó más que una sonrisa entre los concejales electos. Como en los plenos ordinarios estaban representados tres formaciones: Partido Extremista Liberal (el del gobierno), el Partido Conservador y el Partido Revolucionario, que ejercían como dura oposición. Hasta un escolar se encargó de ejercer de alguacil y desalojar a los estudiantes que, entre el público, escenificaron una protesta contra “o caciquismo e os enchufismos do goberno de Carboeiro”. La fiesta de la democracia organizada por el concello sedujo a la totalidad de los participantes en los actos de la mañana de ayer.

La mañana en Lalín transcurrió en medio de recepciones a escolares de los colegios Xesús Golmar y Manuel Rivero. Los primeros llegaron en dos turnos, de 20 y 40 alumnos. Y los segundos, 25 niños de cuarto curso, estuvieron presentes en la recepción oficial presidida por el alcalde, Xosé Crespo Iglesias, y en la que también estuvieron presentes los concejales del PP Camilo González Bodaño, Nicolás Varela, Manuel Gómez Estévez y Nuria Rodríguez Carral y los socialistas Manuel González Aller, Marta Lázara y Manuel Miguélez. La presencia del PSOE, que había presentado una iniciativa para solicitar actos conmemorativos, contrastó con la ausencia total del BNG. Antes que el regidor leyese la declaración institucional de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) con motivo de la efeméride, la edil Carral explicó a los infantes el funcionamiento del concello y de los plenos en cuanto lugares de debate y toma de decisiones. Su propuesta de crear “un circuito de coches de... chocolate”, por decir algo, recibió el masivo apoyo de quienes se convirtieron en ediles por unos minutos. Una de las preguntas más curiosas fue la de un alumno al ver el retrato del rey Juan Carlos I destacado en medio de los de los alcaldes lalinenses del último siglo: “¿Quién es este señor?”.