Los grupos municipales de PSOE y BNG y los tres principales colectivos económicos del Concello de Lalín se han puesto de acuerdo en cuanto al futuro de la calle Colón y rechazan de plano la propuesta del alcalde, Xosé Crespo, de reabrirla al tráfico si quieren los comerciantes de ese pequeño tramo. De hecho, los representantes de estos cinco colectivos advirtieron de que la reapertura de esa vía entraña numerosos riesgos de seguridad vial y casi seguro que registraría accidentes, tanto por su carácter peatonal como por la ausencia de aceras y la presencia de dos galerías.

Además, el socialista Manolo González Aller, la nacionalista Susana Rodríguez y el presidente de la Asociación de Empresarios de Deza (AED), José Luis Vila, se mostraron molestos por el hecho de que el alcalde los convocase y no prestase atención a sus propuestas, ya claras desde hace un año al alcanzar un acuerdo con la edil Nuria Rodríguez y que pasaban por el cierre total de Colón. “Deste tema xa se falou demasiado e o alcalde dixo que ía facer o que quixera, pois ao mellor xa o tiña que facer dende o principio”, manifestó el presidente de la patronal.

Aller, que lamentó que no se trataran otros aspectos como el tráfico pesado o la cesión de Matemático Rodríguez desde la Xunta, indicó que la reunión se convocó sólo “para que nós dixera que vai abrir Colón, polo que foi unha perda de tempo”.

El socialista reveló que hasta el lugarteniente de Crespo, Camilo González, indicó que se iban a producir problemas de seguridad y cree que la alternativa del alcalde de “deixala como está” tampoco es válida en la actualidad.

“Estivemos sentados dúas horas para nada”, criticó Susana Rodríguez, que recordó que ya había un consenso en torno al plan de tráfico de Nuria Rodríguez y que el alcalde se ha encargado de romperlo. La nacionalista admitió que hay comerciantes que se quejan, pero también los hay con la opinión contraria “e non se poden tomar así as decisións”. Además, también se refirió a los riesgos actuales y a los que llegarán si se abre: “Non pasou nada ata agora porque alguén debe estar velando aí arriba, pero é que non ten nin beirarrúas”.

Por su parte, José Luis Vila recordó que hace un año “xa estaba todo claro” y se centró en los problemas de seguridad para advertir de que en esa calle “non saben o que se lles vén enriba”. Así, concretó que no hay aceras, confluyen dos galerías comerciales y no existe protección, por lo que si los vehículos pasan de modo constante “vai ser un jaleo”. “Todos estábamos de acordo en que esa rúa estaba feita para ser peatonal e volver para atrás é un atraso”, indicó.

Vila, que explicó que el alcalde planteó que los comerciantes hablan de numerosos perjuicios en caso de que se cierre la calle, cree que en esta cuestión también juegan un papel importante los taxistas y su resistencia a mudar la parada de la rúa Pelaio.

El presidente del CCU Quilómetro Cero, Santiago Fernández, se declaró “disgustado” por la reunión, ya que creía que había acuerdos firmes que van a variar por la presión de los comerciantes de la zona. “O alcalde ten que velar polos intereses de todo o concello, non de catro ou cinco críticos”, criticó Fernández, que se felicitó por las peatonalizaciones de Igrexa y Colón en su día e incluso abogaba por completar la zona con el frontal del parque de Loriga “pero polo momento non é viable”. Fernández, que preside un colectivo de comerciantes que apoya las humanizaciones, admite que no abrió la boca en la reunión: “Para que?”.

Finalmente, el presidente del Fórum Urbano, Jaime Alvarellos, que propugna la apertura de un carril en la Praza da Igrexa, se posicionó en favor del cierre, aunque con matices. “Como representante dos comerciantes tería que apoiar a súa demanda, pero como lalinense non. Non son partidario de abrila totalmente, como moito que quede como está”.

Alvarellos, que no entiende como hay debate con Colón y no con Igrexa, también se mostró preocupado por los posibles accidentes que pueden haber en esa calle: “Eu non me quero mollar con ese tema, pero se queren meter coches en Colón, que se arrisquen pese ao que pode acarrexar... O que autorice que pasen, que se faga cargo do mochuelo”.

Finalmente, Alvarellos aseguró no entender porque el alcalde no plantea lo mismo en la Praza da Igrexa, cuya apertura también es pedida por los comerciantes y tiene 30 plazas de garaje. Además, está dispuesto a su cierre en verano y fines de semana.