Salva o Tren llevará a cabo su última protesta del año ante la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra. Esta vez la manifestación, más que reclamar la implantación de un servicio ferroviario de cercanías, razón de ser de esta agrupación, va dirigida contra esa institución. Y es que desde la representación del Ejecutivo en la provincia la multaron con 2.500 euros por las protestas anteriores. Este lunes el colectivo pedirá limosna ante las puertas de la sede para poder abonar las sanciones.

La plataforma, que integra a casi una veintena de agrupaciones, tiene que hacer frente al pago concretamente de dos sanciones. Por un lado, a una de 2.000 euros que recae sobre una de las fundadoras, Lucía Latorre. Por otro, una de 500 a Lucas Picó, representante del Sindicato de Estudiantes, también integrado en la defensa de esta infraestructura.

Asimismo, Salva o Tren, que empezará esta particular protesta a partir de las 11.00 horas del próximo día 29, también aprovechará el acto para informar a los viandantes de la desaparición del tren regional que provocará la inauguración del AVE atlántico. Tratará de explicar sus propuestas ante el progresivo abandono de las estaciones situadas entre Vigo y A Coruña, ya que cuando esté operativo todo el nuevo y doble trazado el tren sólo parará entre medias en Pontevedra, Vilagarcía de Arousa y Santiago.

Otras iniciativas

La del lunes no será la primera vez que este movimiento reivindicativo efectúe una protesta de este tipo. A principios de mes, cuando ya se conocía la firmeza de las sanciones económicas, sus integrantes instalaron un puesto en la feria de Barro en la que se informaba de los motivos de sus movilizaciones y se recogían fondos para hacer frente a esos pagos.

Por otra parte, la asociación continúa incrementando su número de socios y en la actualidad dispone de 19. El origen de la plataforma se situó en Portas, el primer municipio de la provincia que se quedó sin parada del tren debido a la apertura de la variante. Desde entonces en Salva o Tren han ido sumando apoyos desde diversos puntos de la geografía gallega.

Además de poner en marcha concentraciones de protesta, una de sus principales ocupaciones fue la de vigilancia de las viejas vías. Desde la dirección de esta agrupación aseguran que tuvieron que impedir su retirada en diversas ocasiones, situándose delante de las máquinas para conseguirlo. El ministerio de Fomento y la consellería de Política Territorial garantizaron después de estos episodios que el antiguo trazado se conservará.