La empresa lalinense Géneros de Punto Montoto, que lidera la contratación en el concello con más de 260 empleados y que está inmersa en un proceso concursal de acreedores, ha incumplido los plazos previstos para la presentación de su plan de viabilidad ante el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). En principio, la firma dezana había anunciado que entregaría este documento en la jornada de ayer para que el instituto pudiese analizarlo y seguir forzando las negociaciones con la banca para conseguir liquidez, pero el plan no ha sido remitido al Igape, según denunció la responsable del textil de UGT, Marisa Rodríguez.

Ante esta situación, las organizaciones sindicales están bastante escamadas con la actitud de la textil, a la que acusan de "poca formalidad" pese al interés que las centrales y las administraciones están mostrando por salvar la empresa, que tiene unos 15 millones de euros de deuda y una facturación que supera los 21 millones. "No respetan los plazos y cada día la cosa va a peor", señaló Rodríguez, que también lamentó que los trabajadores vayan a pasar la Nochebuena "con la incertidumbre sobre su futuro".

Ahora, la nueva fecha marcada en rojo es el próximo lunes, en la que está previsto que Montoto plantee dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), uno definitivo para los trabajadores de las plantas situadas fuera de Lalín y otro temporal para los que trabajan en la capital dezana. Al respecto, los sindicatos son muy críticos con la empresa, que no les ha revelado la cifra de afectados y de la que sospechan que retrasó el plan de viabilidad para no dar pistas sobre este asunto. En principio, creen que el lunes dará a conocer el plan y los dos ERE, pero tampoco descartan que se siga "mareando la perdiz" y no aparezca ninguno de estos dos documentos.

"Tal y como están haciendo, incumpliendo unos plazos que se antojan vitales, ¿de verdad esta familia tiene intención de seguir con la empresa?", se preguntó Marisa Rodríguez, que cree imposible que se consiga la liquidez necesaria antes de final de año, tal y como parecía imprescindible para pagar a proveedores y nutrirse de hilo para producir la próxima campaña.