El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) mostró en la noche del lunes su buena disposición para poner en marcha los mecanismos necesarios de cara a solucionar y evitar los problemas recientemente ocasionados en fincas particulares y caminos por la bajada de las pluviales procedentes de la escombrera habilitada en la parroquia estradense de San Miguel de Castro para albergar el resultado de los movimientos de tierra ocasionados por las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV). Así lo indicaron ayer la primera teniente de alcalde y edil de Medio Rural, Raquel López Doce, y el presidente de la Asociación de Veciños "O Castro", Xesús Martínez. Ambos coincidieron en señalar la buena voluntad y espíritu colaborador mostrado por los representantes de la citada entidad.

López Doce informó de que, en virtud de lo expuesto en la citada reunión, se procederá de modo inmediato a ampliar las balsas de decantación que rodean a la escombrera construida en Monte Maior, además de instalar una malla filtrante para intentar conseguir que el agua que baje desde este punto lo haga limpia, sin arrastrar lodos. La edil de Medio Rural explicó también que ya se inició la recogida de los lodos que durante la semana pasada y en el último fin de semana se localizaron en fincas vecinales y caminos.

De igual modo, la titular del citado departamento municipal anunció que la Policía Local realizará un informe para atender a la petición de los vecinos de que se instalen en el lugar de O Seixo bandas rugosas como medida para intentar reducir la velocidad a la que circulan por la zona vehículos relacionados con la ejecución de las obras del TAV.

Por su parte, Xesús Martínez valoró positivamente en la mañana de ayer la actitud dialogante mantenida por el Adif en su encuentro con los vecinos, así como su compromiso de estudiar el caso y buscar una solución lo antes posible.