Recuerda un poco a un exitoso programa de televisión en el que uno lograba meterse "en la piel" de su estrella favorita tras cruzar, entre una densa nube de humo, el umbral de una puerta de apariencia mágica. Los organizadores de la sexta edición de la concentración informática de A Estrada, la tradicional Kutruparty, han logrado crear un espacio en el que uno se convierte prácticamente en lo que desea. Lo han bautizado con el nombre de "El kubo" y por él desfilan estos días los mejores guitarristas, tenistas o bailarines. Todos ellos tienen en común una mirada clavada en la pantalla y entre sus manos un mando de las más codiciadas consolas de última generación.

Y es que la party estradense ofrece mil y una posibilidades para los amantes del videojuego. En esta zona creada especialmente para los jugadores, una de las principales novedades de la presente edición de la fiesta, están instaladas de modo permanente dos pistas de baile y los complementos de las plataformas Wii y PS3 para la práctica de guitarra, batería, canto o deportes como el béisbol, los bolos, el tenis o el fútbol. Al poner los pies en este cubo, uno elige en qué se convierte.

El juego es libre en este espacio en el que en las próximas horas se librarán competiciones de DDR, Guitar Hero o_Rock Band, entre otros. Los aficionados deberán demostrar sus habilidades, confiando en sus largas horas de de dicación para proclamarse vencedores.

Fuera del Kubo la diversión continúa. Los más de 250 ordenadores contectados en esta fiesta informática reservan para los participantes las últimas novedades para juegos en red. Hay propuestas de todo tipo y para todos los gustos. Unos conducen desde sus asientos los más sofisticados coches de carreras mientras otros disputan el partido del año. Otros juegos hacen que estos aficionados a las nuevas tecnologías protagonicen algunas de las batallas más famosas de la primera y segunda Guerra Mundial, toda vez que otros se decantan por enfrentamientos de carácter mitológico y fantasioso. La realidad virtual permite a otros jugadores diseñarse a sí mismos y convertirse en lo que siempre soñaron.