El diseñador lalinense Florentino Cacheda quiso lanzar ayer un mensaje de tranquilidad y de serenidad ante la "psicose" que padece la gente por la actual crisis y garantizó el futuro de su firma y también de la práctica totalidad del sector en el concello lalinense, ya que cree en sus "valores engadidos" y su "saber facer" para superar cuanto antes las actuales dificultades.

El empresario reveló que su textil adoptó varias decisiones importantes hace cinco años, como apostar por las exportaciones, que ya son el 30% de las ventas, y la puesta en marcha de tiendas propias para asegurarse la salida de su producto. Por ello, en el último lustro ha incrementado su plantilla paulatinamente, sin retrocesos, y ya cuenta con 250 empleados directos y otros tantos indirectos.

Florentino indicó que, aparte de marcarse estrategias prudentes pensando siempre en la actualidad y en un plazo corto de 2 ó 3 años, la clave de la continuidad radica en reinvertir en la empresa los fondos y recursos propios (este año ha adquirido 90 máquinas y una nave anexa en Lalín 2000) y contar con una fábrica propia. "Ninguén pode traballar tan rápido coma nós, xa que instalacións como as nosas quedan poucas en Europa", explicó, antes de concretar que la fábrica dispone de 35.000 m2 y que su almacén puede acumular hasta un millón de prendas.

Con todo esto, Florentino expuso que la guinda a su "momento estable" dentro de la actual crisis se centra en su preocupación por la marca y la calidad de producto frente "a outros aos que só lles importa o prezo". Por todo ello, quiso garantizar su continuidad y la de sus 250 empleados. "Toco madera", apostilló entre sonrisas, para concretar que aspirar a proseguir con un "crecemento moderado" para el próximo año. En este sentido, Florentino es una de las cinco firmas españolas seleccionadas para la 75ª edición de Moda Pitti Uomo, una feria exclusiva para profesionales que se celebrará en enero en la ciudad italiana de Florencia.

El diseñador lalinense también se refirió al fenómeno de la deslocalización y no renegó de él, aunque introdujo muchos matices. Florentino cree que en el mercado hai que competir con precios acorde a los clientes y que ello obliga a seguir ciertos caminos, pero se mostró completamente contrario a deslocalizar la elaboración de las "partes máis importantes" de los productos. De hecho, cree que cualquier medida deslocalizadora se debe hacer con gente de la casa "para contar cun plus de calidad e non desligarse de cuestións sociais, porque é importante dar traballo no sitio dun".

El caso de Montoto

Florentino se refirió también a las dificultades de Montoto, inmersa en un proceso concursal, y achacó las mismas a "un problema de ilusión e de desenvolvemento rápido que os pillou, coma outros, nun momento de caída económica rápida que ninguén podía prever".

Tras indicar que todo el sector debe mentalizarse en buscar la efectividad y reducir los gastos, el diseñador lalinense lanzó unas palabras llenas de cierta incógnita, aunque a su conclusión aclaró que no se trataban de ninguna crítica ni comparativa:_"É bonito ter éxitos rápidos, como pasa moito agora, pero eu non necesito deses protagonismos, xa que creo que os empresarios deben dar ejemplo de sinxeleza e de realismo. Os que temos os pés no chan non estamos de moda".

Finalmente, valoró las ayudas del Igape como "non decisivas" y desveló que las entidades bancarias se "portan ben" con él, en clara referencia a las críticas que muchos empresarios lalinenses han hecho en los últimos meses sobre su actitud a la hora de facilitar liquidez.