Pescadores de la comarca alertan sobre la "alarmante" contaminación que viene sufriendo el río Deza desde hace años y que pone en grave peligro el propio ecosistema fluvial. Los denunciantes han puesto los hechos en conocimiento de colectivos ecologistas como Adega y pretenden concienciar también a administraciones y a la sociedad en general acerca de la importancia de implicarse en la protección del río para garantizar el futuro de su flora y fauna.

Con frecuencia bajan turbias las aguas del río que da nombre a la comarca. Y esa es sólo la contaminación que se ve; la invisible puede tener consecuencias más catastróficas. En ocasiones, los vertidos llegan directamente al Deza pero en muchas otras lo hace primero a afluentes como el Asneiro, a su paso por Lalín, o el Orza, en Vila de Cruces. La polución del Asneiro es visible casi a diario en su unión con el Deza, en el paraje de Taboada conocido como "A Xunta dos Ríos". Allí se forma un pozo natural que desde siempre ha sido una de las zonas de pesca más frecuentadas del coto de Silleda. Hasta el concello maneja un proyecto para construir un área de baño.

"A_parte do Deza viña cristalina, pero na do Asneiro viase un tono grisáceo que non permitía ver o fondo do río", comentaba un pescador de Silleda tras pasar por Taboada el pasado lunes. En anteriores inspecciones, realizadas los días 5 y 11 de este mes, se captaron las imágenes que ilustran esta información, en las que puede apreciarse la polución del Asneiro, cuyas aguas bajan casi a diario de color marrón. Esta polución se agarra al fondo y a las riberas al menos durante un kilómetro aguas abajo del Deza.

Los pescadores son conscientes de que los lodos del Asneiro proceden muchas veces del desembolso de aguas pluviales de las obras del TAV_(Tren de Alta Velocidad). Pero advierten de que el problema era anterior al TAV y temen que, si no buscan las verdaderas causas de la contaminación, perdure cuando finalicen dichas obras. "Nos dous últimos anos é habitual ver o río cheo de lodo, pero antes xa había contaminación, e máis perigosa. O que máis afecta é a química", explica un practicante de la pesca sin muerte.

Consecuencias

Las consecuencias de la polución ya son perceptibles en el río. Ha bajado la población y el tamaño medio de las truchas; la contaminación afecta a los invertebrados de que se alimentan y a su reproducción, ya que las huevas quedan tapadas por el lodo y perecen. Expertos pescadores han detectado pérdidas de subespecies de insectos, caso de ephemeróptedos y plecópteros, cuya presencia es sinónimo de pureza en el agua y que sí abundan en las zonas limpias de los cauces. En cambio, "increméntase a presenza de insectos ecoindicadores de contaminación, coma os quironómidos". Además, en el cauce bajo aparecen "moitas oucas", exceso de verdín o limos que se depositan en los fondos de los cauces.

Contaminación, aunque de distinto cariz, se aprecia también en el regato Orza, desde Vila de Cruces hasta su desembocadura en el Deza, en Merza, pasando por Sabrexo. "Descoñecemos a procedencia da contaminación en ambos casos, pero si sabemos que non están en condicións sanas", dice un pescador. Otro afirma que "a calidade da troita baixou moito", tanto que incluso "cheiran mal", como las que pescó en Alto da Pena (Prado).

Hartos de denunciar la situación, los pescadores quieren implicar a la sociedad y, sobre todo, a las instituciones con competencias en materia fluvial en la defensa de este hábitat.