Tras nueve meses de paralización, el nuevo consistorio de Lalín retomará sus obras en enero, ya que está previsto que la empresa FCC reanude los trabajos en esa fecha tras contar con todas las autorizaciones para asumir el 100% de las acciones de la UTE que tenía con Proinsa, inmersa en un proceso concursal de acreedores.

El concejal de Urbanismo de Lalín, Román Rodríguez, explicó que ya hay un acuerdo que certifica el traspaso de toda la UTE a FCC y que de este modo se cierra el proceso judicial vinculado a esta cuestión. El edil indicó que ya existe un acta notarial al respecto desde la pasada semana y que ahora, durante un plazo aproximado de un mes, se procederá al ajuste y la renegociación de contratos con empresas, proveedores y clientes. Por ello, se espera que todo esté cerrado antes de las Navidades para poder comenzar los trabajos después de estas fiestas.

En este contexto, el gobierno local ha tenido en cuenta que, cuando se acaben de reajustar los viejos contratos, entrarán en vigor los días vacacionales del convenio de la construcción. Por ello, prefiere que todo esté bien atado y se comience en enero, como así se acordó con el responsable de FCC Juan Sanmartín en diversos contactos.

Respecto a las negociaciones con otras firmas, los responsables municipales explicaron, a modo de ejemplo, que en su día la fachada se contrató con Aluman y que, por lo menos, habrá que cambiar la titularidad de los contratantes, aunque es posible que se produzcan otro tipo de reajustes, incluso del precio.

En cuanto a los plazos de ejecución de la obra, que antes de la paralización apuntaban a julio de 2009 con un retraso de casi diez meses sobre las previsiones iniciales, ni Román Rodríguez ni el alcalde, Xosé Crespo, quisieron pronunciarse. Los dos emplazaron la cuestión hasta que en el mes de enero, con motivo de la reanudación de los trabajos, se produzca una visita de los arquitectos Luis Mansilla y Emilio Tuñón. "Cando veñan e vexan a obra e falen coa empresa poderase falar dunha nova data de remate", aseveró el regidor local.

En tiempo récord

Crespo se mostró muy satisfecho por la resolución de este conflicto y reveló que han conseguido salir adelante pese al grave problema que supuso la quiebra de una de las dos empresas de la UTE, la lalinense Proinsa. El alcalde cree que el concello actuó correcta y ágilmente gracias a sus gestiones y las de Román Rodríguez, que permitieron salvar la situación y continuar con la obra "nun tempo récord". "O habitual é que nun proceso destes todo quede parado durante dous ou tres anos ou, como pouco, un ano e medio, así que hai que estar satisfeitos", señaló Crespo, que considera especialmente importante haber llevado las negociaciones hasta el punto de salvar la obra y evitar una rescisión de contrato que enfangaría aún más este proceso.

En principio, esta paralización de nueve meses ya solucionada no supondrá más que un retraso en la ejecución, ya que el precio del edificio sigue cifrado en 11,7 millones de euros después del modificado aprobado.