Después de que la teniente de alcalde se reuniese con representantes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para poner al corriente a la entidad de las quejas que las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) venían ocasionando entre los vecinos de las parroquias de San Miguel de Castro y Arnois, un escrito remitido por la Asociación de Veciños "O Castro" ponía ayer de manifiesto que los habitantes de este punto del rural de A Estrada todavía no consideran que se haya materializado al cien por cien la pretensión de minimizar los daños ocasionados por estos trabajos. Los vecinos reconocen y aplauden que hayan cesado en la zona las detonaciones nocturnas que turbaban su sueño pero también señalan que todavía padecen la circulación de camiones y otros vehículos "a máis velocidade da que deberan" y vertidos en la red viaria.

"Parece ser que a empresa concesionaria lle pediu aos seus proveedores que circularan con precaución, adecuándose á velocidade máxima da vía -30 kilómetros por hora- e que non encheran en exceso as cubas do formigón", apuntaron los vecinos, que seguidamente añadieron que "hai algúns camioneiros que si fan caso desas recomendacións, pero a gran maioría deles non", lamentan.

Los afectados proponen incrementar la vigilancia en la zona, desplazando efectivos policiales para que patrullen la parroquia "e sancione aos camións e coches que circulen a máis velocidade da permitida, así coma aos camións-formigoneira que botan o formigón na vía pública". Estiman conveniente la colación de badenes en distintos puntos para obligar a que se circule a menor velocidad.