Las tres empresas concursadas del grupo lalinense Proinsa, la constructora matriz y las firmas Seixo e Inyeuropa, tienen unas deudas que superan los 48,5 millones de euros, según e desprende del informe elaborado por los tres administradores judiciales nombrados por la sala mercantil de Pontevedra que lleva esta suspensión de pagos.

La constructora Proinsa, la firma más emblemática del grupo y sobre la que los administradores recon_ocen la existencia de ofertas de compra por parte de otras empresas, cuenta con un inventario cifrado en 26 millones de euros, de los que 21 se corresponden con activo circulante. No obstante, arrastra unas deudas por valor de 34,7 millones de euros, lo que genera un balance negativo de 8,7 millones, la cifra más alta del grupo.

Por su parte, la firma Seixo, radicada en Barro, dispone de 4,5 millones de euros de activos, perteneciendo 2,7 millones al circulante. Eso sí, sus deudas superan los 10,5 millones de euros, lo que genera un pasivo de 6 millones de euros.

Finalmente, la sociedad Inyeuropa registra un inventario de 2,5 millones de euros (2,2 millones de circulante) y unos pagos pendientes por importe de 3,3 millones, por lo que su "desbalance" se contabiliza en unos 800.000 euros.

La mayor parte de las deudas de Proinsa se corresponde con las entidades financieras y los acreedores comerciales, que ya aceptaron respectivas quitas del 40% y del 50%, respectivamente, aunque según los empresarios afectados será muy difícil que cobren siquiera una mínima parte de estas cantidades.

Ahora, la principal lucha se sitúa en el lado de los 240 trabajadores del grupo que fueron despedidos en la pasada primavera ante las dificultades económicas. De hecho, los sindicatos pretenden que sus sueldos e indemnizaciones se califiquen como créditos contra la masa para contar con la máxima preferencia y poder así beneficiarse cuando se produzca la liquidación de los bienes de las tres empresas concursadas.

Según el informe de los tres administradores concursales, los trabajadores del grupo Proinsa pueden percibir unos 2,36 millones de euros por sus salarios adeudados e indemnizaciones, aunque la cantidad podría variar en base a ciertas condiciones jurídicas que en su día determinará el juez.

La mayor parte de la cantidad adeuda a los empleados se localiza en la empresa Proinsa, que tendría que abonar 1,49 millones de euros a sus trabajadores en concepto del privilegio general y 684.000 por cuestiones ordinarias, lo que suponen 2,17 millones de euros. En Seixo e Inyeuropa las cantidades son inferiores y se cifran en 145.000 y 48.000 euros, respectivamente, calificados como créditos contra la masa. En todo caso, cabe señalar que, con mayor preferencia que los salarios de los trabajadores, aparecen los emolumentos de los administradores concursales y los trabajadores de las propias firmas en los que se hayan apoyado para su labor. Sólo por la matriz Proinsa los tres interventores percibirán un total de 298.000 euros.

La culpabilidad afectaría a _los bienes de Álvaro Méndez

Los tres informes de los administradores concursales sobre las tres firmas del grupo Proinsa en suspensión de pagos contienen diferentes conclusiones sobre el modo de proceder de sus administradores, aunque en todo caso el fallo final dependerá del juzgado mercantil.

De hecho, en el caso de la empresa Proinsa el informe señala que "en la convicción de que el concurso pueda ser calificado como culpable", la administración concursal solicitará al juzgado el embargo de bienes y derechos del administrador único, en referencia a Álvaro Méndez. Además, apunta que habría que recurrir al embargo "en cuantía suficiente para cubrir la diferencia entre el activo y el pasivo". Los motivos por los que el informe apunta a la culpabilidad de Méndez en el concurso se centran en la ausencia de contabilidad oficial, el despido de la totalidad de la plantilla y otras circunstancias que se puedan analizar "en el momento procesal oportuno. En el caso de Seixo no se muestran tan contundentes y en el Inyeuropa se señala que el fin último es la liquidación, ya que no se presentó propuesta de convenio como en las dos anteriores. En todo caso, los informes admiten que la masa activa es insuficiente para cubrir las deudas, por lo que muchos acreedores no cobrarán.