La longevidad de los dezanos se sigue alargando cada vez más y a pasos agigantados, ya que el 83% de los vecinos de la comarca que fallecen lo hacen con más de 70 años de edad, según el último estudio del Instituto Galego de Estatística (IGE) sobre Movimiento Natural de la Población. En Deza, perdieron la vida un total de 541 personas durante el año 2006 y 451 de ellas eran, como mínimo, septuagenarias.

A continuación, figuran los fallecidos con entre 60 y 69 años, que se elevan hasta 44 en un año, lo que significa un 8% del total. Así, nueve de cada diez dezanos fallecidos rebasan las seis décadas de vida en el momento de su muerte. La relación se completa con datos más exiguos, como los 29 óbitos de personas de entre 50 y 59 años, los 9 de entre 40 y 49 o los 5 de entre 30 y 39.

Finalmente, cabe señalar que durante el año 2006 sólo una persona con menos de 20 años perdió la vida en la comarca dezana. Se trataba de un vecino de Agolada. Además, dos fallecieron en la veintena, tratándose de residentes de Silleda y Dozón.

Cruces, el más longevo

Por concellos, Lalín es el que ha registrado un mayor número de fallecimientos en 2006, ya que ha contabilizado un total de 224. De éstos, 183 se correspondieron con personas que superaban la barrera de los 70 años, lo que supone un 81,6% del total.

En este punto, la capital dezana cuenta con una menor longevidad que otros tres concellos, como son Vila de Cruces, Rodeiro y Silleda. El municipio de Carbia contabilizó hace dos años un total de 88 óbitos, de los que 77 se correspondieron con personas mayores de 70 años, lo que supone un 87,5%, el mejor registro de toda la comarca.

A continuación, figura Rodeiro, que ha sufrido un total de 44 desapariciones y 38 de ellas de vecinos ya septuagenarios, lo que significa un 86,3%. En el tercer lugar del particular podio de la longevidad aparece el Concello de Silleda, ya que 105 de los 123 fallecimientos registrados durante un año correspondieron a vecinos con más de 70 años. Este dato supone un 85,3%.

Finalmente, las peores cifras de la comarca en cuanto a esperanza de vida las tienen Agolada, con unos datos ligeramente inferiores a los de Lalín, y Dozón. El concello agolense padeció 47 muertes y 38 de ellas de personas por encima de la barrera de las siete décadas de vida, lo que e traduce en un 80,8%. Finalmente, en Dozón se produjeron 15 fallecimientos y sólo 10 de vecinos septuagenarios, lo que significa sólo un 66,6%.

Como datos curiosos, cabe apuntar que todos los silledenses fallecidos en el año 2006, a excepción de uno, tenían más de 50 años de edad. La misma situación se produjo en Vila de Cruces, aunque en este caso la persona perdió la vida en la treintena y en Silleda lo hizo en la veintena.