El presidente de la Fundación Semana Verde de Galicia y responsable de la asociación ferial, José Maril, intentó justificar anoche ante la masa social la situación que atraviesa la institución, en una asamblea que no se celebraba desde 2005 y que había sido reclamada hasta con la recogida de firmas por una parte de los socios. Volvió a aludir a los compromisos incumplidos de los patronos y a la promoción de nuevos recintos feriales, apoyados por la Xunta de Galicia, como principal problema en la competitividad de las instalaciones trasdezanas. A la cita, en la que hubo un control exhaustivo en el acceso a la asamblea, acudieron unos 200 de los cerca de 3.000 asociados, que lo acusaron "neglixencia" y de no saber gestionar la asociación.

Maril, en contraposición, avaló su trabajo durante estos 30 años. Aunque pidió perdón "polos, probablemente moitos erros cometidos", dijo que "existiron moitas mans negras e manipulacións que nos dificultaron exercer a nosa función con tranquilidade" y optó una vez más por la ambigüedad. "Ogallá algún día teña a oportunidade de describirvos con claridade, e sen medias tintas, os motivos que nos impediron sacarlle todo o proveito ao noso potencial, e ogallá o saibades comprender", concluyó

Informó a la asamblea de que la Xunta propondrá -lo había hecho en la reunión de la semana pasada- una reducción de 17 a 11 en el número de patronos de la fundación. Al margen de que el gobierno autonómico seguirá estando en mayoría, con siete miembros, admitió que la asociación quedará con dos representantes, recordó que habían llegado a disponer de hasta cinco y la Xunta con cuatro. "Seguiamos manexando o timón, ata que mudou en 1996, cando perdemos a capacidade de guiar a fundación", señaló. Se mostró optimista en cuanto al futuro y afirmó que, aunque la capacidad de decisión es idéntica, el nuevo planteamiento "é máis intelixente, eficaz e operativo", dijo, en alusión a que los nuevos estatutos establecen que los miembros del patronato deben realizar las aportaciones; algo que no ocurre desde el 2000. "A Xunta vai seguir apostando por este recinto, a viabilidade vaise completar co plano estratéxico que delimitará os eventos feirais e outras actividades, e o número de traballadores non só se vai manter, senón que medrará", declaró.