Los silledenses despidieron ayer las fiestas de verano después de tres días de celebraciones con un programa que incluyó la música de bandas, talleres creativos para niños, charangas, orquestas y una sesión de fuegos artificiales. Los vecinos, que hoy deberán incorporarse de nuevo a la actividad laboral, entonaron su particular "pobre de mí", como harán hoy los pamploneses.

La jornada comenzó a las once de la mañana con un pasacalles de las bandas de O Rosal y de Silleda. La concurrida misa solemne de las doce del mediodía fue amenizada por la Coral Polifónica Trasdeza y también se celebró la tradicional procesión por las calles anexas al templo parroquial y a la que acudió la alcaldesa, Paula Fernández Pena y los ediles, Gerardo Lázara y Dolores García. Además de las orquestas, el concierto de la banda local reunió a numeroso público, igualmente que la sesión pirotécnica que se lanzó a las doce de la noche en la rúa Pintor Colmeiro.