Silvia Pampín / A ESTRADA

Una representación de la amplia mayoría de los pedáneos de A Estrada quiso agradecer públicamente al alcalde José Antonio Dono el apoyo brindado en defensa de la función que desempeñan y, asimismo, pedir a la primera teniente de alcalde que explique qué privilegios tienen los alcaldes de barrio, dado que ellos los desconocen y están seguros de carecer de ellos salvo si se entiende como tal pagar sus impuestos y poner coche y teléfono particular al servicio de las funciones que cumplen. Niegan que, como les dio a entender Raquel López Doce el viernes pidan cosas a su antojo, sin que se correspondan con las necesidades de la parroquia. Después de que la primera teniente de alcalde insistiese en sus críticas, los pedáneos intruyen que los convocó a la reunión del viernes "para crear este clima de confrontación". Saben que los estuvo viendo "como os alcaldes do alcalde" y estiman que no puede darles lecciones de democracia ya que desde el lugar que ocupa "tivo a desfachatez" de dudar de su elección.

Los pedáneos ven en López Doce una "total falta de talante" y entienden que, si se les pidió colaboración, no se les puede faltar al respeto ni tampoco a su labor altruista. Dicen no estar en contra de los Consellos Parroquiais y, a pesar de todo, están dispuestos a colaborar en lo que sea necesario.

Por otra parte, al entender que López Doce apunta a que entre los pedáneos hay militantes del PP, se preguntan si es que "ser elixido democraticamente non ten validez se se é doutro partido contrario ó dela". Afirman que su elección fue democrática y que, en este sentido, tiene igual valor que la de los ediles, que también fueron elegidos de forma democrática. También quieren saber cómo se van a financiar los Consellos Parroquiais, duda que no les despejó López Doce el viernes.

Designación de delegados

Por su parte, el líder del grupo municipal de Cidadáns de Galicia (Cidega), José Manuel Reboredo, consideró ayer "improcedentes", "inaceptables e impresentables" las declaraciones de López Doce en relación con los pedáneos al "disparar tal cantidade de improperios". Le llama la atención su filosofía de lo que debe ser la "democracia en 2008" viniendo de "alguén obsesionado con inventar un novo rexime democrático". Sólo se explica sus declaraciones si son una "cortina de fume para tapar a súa ineficacia" y cree que abrió este "novo conflicto" -tras el de la Fundación do Moble y el del deporte local- como "un novo frente, aberto sen xustificación". Ante todo, recalca su "apoio, respecto, comprensión e admiración" hacia los alcaldes de barrio, figura contemplada legislativamente y de carácter democrático caracterizada por su "desinterese" y su "traballo en favor da poboación". Le parece "incongruente" que López Doce los sitúe criticamente en una estructura vertical ignorando que los delegados provinciales son, al igual que los delegados del Gobierno, piezas de una "estrutura vertical de libre designación", por lo que entiende que la primera teniente de alcalde tal vez debería pedir a la Xunta que se democratice también su elección.

Elección "militarizada"

Reboredo entiende que el conflicto con los pedáneos es fruto de "unha loita clarísima entre as dúas alcaldías do concello", gobernado por "unha bicefalia" que trata de asegurarse "a representación, o control no rural". Ve incongruente que sea el BNG quien "7 meses despois critique a figura dos alcaldes de barrio", tras haber avalado su designación, si bien comparte que su elección no fue todo lo democrática y transparente que debiera. Cree que "se vulneraron a publicidade, o control de censos" y que el proceso estuvo "militarizado". "É a primeira vez que a Policía Local foi a que velou e dirixiu todos os procesos, executando fisicamente o control", incluso del recuento. "Iso chámase militarización", subrayó. Sin embargo, pide al BNG que "non veña a dar leccións de democracia". Cree que López Doce representa al sector más "extremo do BNG, a UPG, a liña máis dura do BNG" haciendo gala de un "radicalismo" del que hizo "uso e bandeira durante anos" y que es similar al que motivó el régimen de Cuba. Pide a Dono que, como "alcalde de tódolos estradenses", ejerza de "máxima autoridade, marque a liña política e se preocupe dos grandes problemas" de A Estrada -Fundación, PXOM, proyecto Strata, suelo industrial, traída del Umia y ampliación del Pérez Viondi. entre otros- poniendo "a cada un no seu sitio" dado que "o seu socio de goberno o que está facendo é buscarlle confrontacións".