Daniel Fernández / lalín/A ESTRADA

La Consellería de Política Territorial anunció ayer que va a incrementar la capacidad de la entrada en Santiago de Compostela a través de la autopista AP-53, ya que también va a ser utilizada en sus dos últimos kilómetros por los tráficos procedentes de la nueva autovía AG-59, entre la capital gallega y A Ramallosa y que captará a todos los vehículos procedentes del Concello de A Estrada.

La obra consiste en la construcción de dos carriles adicionales en los citados dos kilómetros de la AP-53 -uno en cada sentido- de modo que cada dirección se elevará hasta los tres carriles.

Esta obra ha sido adjudicado por la Sociedade Pública de Investimentos (SPI), dependiente de la Consellería de Economía, a la empresa Explotaciones Gallegas por un importe ligeramente superior a los 2,7 millones de euros. El plazo de ejecución de este desdoblamiento asciende a tres meses y una semana, por lo que deberá estar listo en cien días.

Política Territorial estima necesaria esta obra, ya que el enlace de la nueva AG-59 producirá un importante aumento de tráfico en esta infraestructuras, por lo que se hace necesario incrementar su capacidad. Cabe señalar que la citada autovía captará la totalidad del tráfico que se desplaza desde A Estrada hasta Santiago y las estimaciones oficiales de vehículos apuntan a un tránsito de casi 9.000 por día. De este modo, en los dos últimos kilómetros de la AP-53 confluirán cada jornada unos 14.500 usuarios, ya que la autopista está registrando unos 5.500.

Negociación con Fomento

La ampliación a tres carriles fue gestionada por Política Territorial tras un proceso de negociación con el Ministerio de Fomento, titular de la autopista. Así, se llegó a un acuerdo para construir dos carriles más en los dos últimos kilómetros, donde coincidirán la AP-53 y la AG-59, y también para eximir del peaje de ese pequeño tramo a los vehículos de la autovía estradense.

Curiosamente, Política Territorial reconoce las negociaciones con Fomento para esta actuación, pero no ha aportado ninguna prueba de que haya tratado con el departamento estatal la rebaja del peaje para los usuarios del recorrido Lalín-Santiago. Cabe señalar que la consellería se comprometió a emprender acciones negociados tras recibir un mandato parlamentario en tal sentido que fue aprobado por unanimidad por los tres grupos. Recientemente, en la comisión de Infraestructuras, el director xeral de Obras Públicas se limitó a señalar que sólo había enviado a Fomento el acuerdo de la Cámara gallega.

La autovía se abrirá al tráfico en este año

La Consellería de Política Territorial está apurando las mejoras en la autopista AP-53 ante la inminente apertura al tráfico de la autovía AG-59, entre Santiago y A Ramallosa, que está previsto que entre en servicio en este mismo año.

Esta autovía tiene una longitud de 6,1 kilómetros en su tronco principal y cuenta con 4,2 kilómetros más por los ramales de enlace.

Este nuevo vial cuenta con un presupuesto de 71,1 millones de euros y tiene dos carriles en cada sentido repartidos en dos calzadas de 11 metros de anchura más una mediana que alcanza los dos metros. Dispondrá de enlaces en Cacheiras, A Ramallosa, Os Tilos y la N-525 con cuatro glorietas y también incluye otras actuaciones en la carretera A Estrada-Santiago en 853 metros donde se han rectificado curvas o urbanizado falsos túneles. Además, la nueva autovía tendrá continuidad hasta la capital de Tabeirós, ya que la Xunta ya ha dado los primeros pasos al aprobar los estudios informativos previos a los proyectos.