Dos vehículos pesados protagonizaron ayer sendos accidentes de tráfico en el concello de Lalín. Por la mañana, un camión cargado con gasóleo volcaba en la rotonda de Eroski mientras que, por la tarde, otro perdía los frenos mientras estaba aparcado y se salía de la vía en el polígono Lalín 2000 causando heridas leves a su conductor. Al parecer, en el caso del incidente matinal, la supuesta causa del siniestro se debió a una velocidad inadecuada.

Poco después del mediodía, un camión cisterna Nissan C1-130, propiedad de la empresa Gasóleos Deza, con las placas de matrícula PO 8433 BH, volcaba en la rotonda de la Nacional 640 próxima al Centro Comercial Deza. El vehículo circulaba a media carga por la zona, con uno de los dos depósitos llenos de gasóleo y, tras el siniestro, vertió unos 10 litros del mismo sobre la calzada, lo que obligó a regular la circulación rodada en parte del punto kilométrico 163,700 de la Nacional 640 durante casi dos horas por parte de una patrulla de la Policía Local de Lalín. El conductor del camión articulado, G.G.D., de 33 años, resultó ileso y colaboró con los bomberos del parque intercomarcal y con una dotación de Protección Civil de Lalín en la limpieza del firme para evitar que el vertido alcanzase al río Pontiñas, para lo que se utilizó un potente absorbente. El chófer del camión cisterna siniestrado manifestó después del accidente que notó como se levantaban las ruedas del lado izquierdo del camión, sin poder hacer nada por evitar el vuelco y el posterior vertido de gasóleo en el lugar.

A las 17.50 horas, otro camión se accidentaba en las instalaciones del polígono Lalín 2000 de la cabecera comarcal dezana. Esta vez, el vehículo perdía los frenos mientras permanecía aparcado en los aledaños de la nave de la Inspección Técnicas de Vehículos (ITV), yendo a impactar con el terraplén situado en la parte posterior del edificio que la firma de confección Guerral tiene en el parque empresarial lalinense.

El vehículo alcanzó una velocidad considerable durante su recorrido, habida cuenta de que en su remolque portaba un tracto de considerables dimensiones. Algunas fuentes consultadas por esta redacción calculaban que el camión y su carga pesaban unos 7.000 kilos en el instante del impacto. La fortuna quiso que en esos momentos no hubiese ningún vehículo en la trayectoria del camión durante el trayecto que realizó antes de precipitarse por el desnivel.

El conductor del camión, R.V.O., de 63 años de edad, fue trasladado por una ambulancia del 061 a la Clínica La Rosaleda de Santiago de Compostela. En una primera exploración tras el accidente se le apreciaron cortes y contusiones de carácter leve. La aparatosidad del accidente hizo que fueran numerosos los curiosos que se acercaron al lugar de los hechos, algunos de los cuales se encontraban en esos momentos en sus puestos de trabajo.