La situación actual del gobierno de Silleda es similar a la del temporal que sufre estos días la comarca. Pero los fenómenos climatológicos, como los políticos, son altamente cambiantes e imprevisibles. Por lo tanto, la aparente calma chicha sobre la que navega a día de hoy el equipo de Paula Fernández Pena, podría mudarse en mar de fondo si las continuas fricciones entre parte de sus ediles vuelven a hacerse notar o se fragua algún experimento que pueda provocar un cambio en el gobierno local.

En principio, el partido del poder en Silleda más que avistar el horizonte sin ningún riesgo para su embarcación, ahora, el patrón conoce mejor si cabe las zonas más peligrosas y es consciente de que parte de su tripulación debe dormir en camarotes lo más separados posible. Por lo tanto, la crisis se observa ahora como algo casi del pasado, de una leve enfermedad que dejó a penas secuelas y la botella se ve casi llena. Esto seguramente tampoco quiera decir que las secuelas de la crisis estén selladas y que la alcaldesa no deba llevar con mano izquierda a los concejales que provocaron este desorden y que están en las dos partes; los que abandonaron la junta de gobierno local y los que casi aplaudirían su salida del ejecutivo para evitar más dolores de cabeza.

Motivos personales

A nadie se le escapa que cuando se produce una salida en cualquier ejecutivo y, al mismo tiempo, se quieren evitar las especulaciones posteriores, se evita el vocablo "cese" y se alude a los abstractos "motivos personales" para justificar sus discrepancias. Silleda ahora apela al silencio y al ánimo de que la normalidad vuelva a su casa consistorial. Su alcaldesa se limitó a emitir el viernes un comunicado en el que garantizaba la estabilidad de su gobierno en minoría. Entonces mandó un mensaje a sus vecinos de "tranquilidade" y negó "ningún tipo de crise", además de calificar la marcha de la junta de gobierno de los ediles Ofelia Rey y Javier Cuiña como "un simple cambio na xunta de goberno local, motivado por unha petición expresa de dous membros da mesma", dijo. Pena garantizó que Rey y Cuiña no abandonarán sus tareas de gobierno y se mantendrán al frente de los departamentos de Facenda y Deportes, respectivamente.

Rey "nunca" se irá

La concejala responsable de las cuentas municipales, Ofelia Rey reiteró ayer que su salida de la junta de gobierno obedece "únicamente a motivos persoais", dice. No obstante es consciente de que vale más por lo que calla y no pretende contribuir a echar más leña al fuego. "Téñome por unha persoa seria e, por iso vou seguir cos meus compromisos e facelos como mellor sepa", asevera. La concejala, uno de los más importantes fichajes del PSOE, junto con la alcaldesa, para arrebatarle el gobierno al PP, confirma que agotará la totalidad del mandato. "A miña acta non a deixarei nunca, salvo causa de forza maior", dice. Enfatiza que seguirá hasta 2011 "porque isto non é un xoguete". Sobre una posible ruptura o un nuevo desencuentro que agudice esta crisis cree que se mantendrá la unidad en el grupo, aunque deja caer un "haberá que agardar". Sobre su relación con sus compañeros dice que "falo con eles como con Javier, temos todos boas relacións".