La empresa de carpintería mecánica Ibaser, instalada en el polígono industrial de Agolada, mantuvo ayer un encuentro con sus trabajadores, mediante el cual nueve de los empleados de taller aceptaron el finiquito propuesto por la gerencia y buscarán un nuevo empleo por cuenta propia. Asimismo, la firma presentó la suspensión de pagos en el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra, según informaron fuentes sindicales. El resto de la plantilla del parque de Merlín -cinco trabajadores de oficina y el encargado de producción- continuarán desempeñando sus funciones en la empresa que regenta José Luis Ferradás.

La firma sufre el "efecto dominó" provocado por el grupo Proinsa, puesto que esta firma debe a la carpintería de Agolada "en torno aos 540.000 euros", calcula desde UGT el representante sindical Carlos del Río. El impago de la constructora de Lalín se suma a otro, "de cifras superiores, por parte doutra empresa de Madrid que tamén declarou a suspensión de pagos", señala del Río. Ambas deudas abocaron a la solución que ayer presentaba Ferradás a sus empleados, aunque la situación se veía venir desde semanas atrás, puesto que varios vecinos hacían constar el descenso de actividad en la nave e, incluso, la delegada sindical de UGT en la empresa había pedido el finiquito a finales de marzo.

Aunque la situación es sustancialmente diferente a la de Proinsa -con un volumen de trabajadores diez veces mayor-, desde UGT se anunció que "solicitaremos unha reunión co empresario nun par de semanas" para conocer el alcance de la crisis en esta firma, así como el futuro de lo que queda de la plantilla de personal que, además, ya había sufrido un ligero recorte en los últimos tiempos. Y es que si en 2006 el directorio Ardán indicaba que esta empresa contaba con 20 empleados, en la actualidad la cifra se situaba en los 15.

Acuerdo con los acreedores

Tras el anuncio de suspensión de pagos, "a firma ten varias delegacións e seguirá mantendo a súa actividade comercial, posto que desexa seguir tendo continuidade para ver se, nun futuro, se chega a un acordo cos acreedores", informaba el sindicato. En este punto, desde UGT se señalaba la posibilidad de una solución para la continuidad de la firma en suelo agolense, "xa que cabe a posibilidade de que se levante a actual suspensión de pagos se se produce dito acordo".

En todo caso, dicho levantamiento depende en buena medida de que tanto la empresa madrileña como Proinsa abonen sus respectivas deudas con Ibaser, que según las previsiones podrían rebasar el millón de euros. En lo que concierne a la constructora lalinense, en días pasados se apuntaba la posibilidad de afrontar parte de su pasivo con el cobro de algunas edificaciones acometidas por la firma.