Silvia Pampín / A ESTRADA

La primera teniente de alcalde y edil de Medio Rural de A Estrada, Raquel López Doce, confirmó ayer que el concello pretende favorecer el fortalecimiento de la demanda de alojamiento en casas de turismo rural de la zona y en el propio albergue de Sabucedo ofertando como alternativa la posibilidad de que sus clientes puedan hacer uso del picadero de Sabucedo. Éste está actualmente en desuso pero pretende volver a ponerse en marcha. De hecho, ésta es una de las posibilidades que el gobierno local ha venido barajando con la asociación Rapa das Bestas de Sabucedo, entidad que, según explicó López Doce, ya ha expresado su disposición a asumir la gestión del albergue y la puesta en marcha del picadero de Sabucedo, después de que la actual adjudicataria del albergue -Barbatana S.L., firma con sede social en Padrón- presentase recientemente por registro de entrada en el concello la solicitud de rescisión del contrato en vigor con el Concello de A Estrada, después de que éste le adjudicase hace ya varios años la gestión del albergue de Sabucedo.

La presentación de esta solicitud de rescisión de contrato no fue sorpresiva para el gobierno local sino que se produjo tras conversaciones previas con Barbatana S.L. cuya existencia desveló ayer López Doce. En vista de su solicitud de rescisión del contrato en vigor, el concello abrió un expediente en virtud del cual el secretario municipal debía emitir un informe que abriese nuevas vías para la readjudicación del recinto a través de un nuevo concurso público o para la cesión a Rapa das Bestas a través de un convenio de contraprestaciones entre concello y Rapa das Bestas, si fuera posible.

La reciente marcha del secretario municipal y el período vacacional del técnico jurídico municipal de administración local motivará que el informe pertinente no vaya a poder emitirse hasta finales de este mes, coincidiendo con la incorporación del nuevo secretario municipal. López Doce confía en que el expediente se resuelva antes de julio. Si no fuese posible, destacó que dado que el concello aún no aceptó la renuncia de Barbatana y el contrato con esta firma aún está vigente, está "garantido o funcionamento do albergue nesas datas".

Según explicó López Doce, lo que llevó a Barbatana a renunciar fue la escasísima obtención de rendimiento. Prácticamente, el albergue sólo funcionaba durante un mes y pico o a lo sumo dos meses al año. Tiene 28 plazas en una única habitación y actualmente ésta no es la tipología de alojamiento que suelen buscar los clientes de este tipo de instalaciones, que prefieren habitaciones más reducidas para grupos familiares. La puesta en marcha del picadero podría favorecer el tirón de estas instalaciones -que Rapa das Bestas parece estar dispuesta a asumir- y también del turismo rural de la zona.