Los miembros de la asociación forestal de Galicia visitaron ayer la plantación de castaños de la comunidad de montes de Rubiáns; una experiencia que está comenzando a dar sus frutos, aunque la producción óptima está prevista dentro de diez años, cuando estos árboles den una producción estimada de 30 toneladas de castañas.

La plantación de algo más de 6 hectáreas de castaños está ubicada en el monte de Soutelo; aunque también hay otra más pequeña en el monte de Perrón, aunque estos árboles son más jóvenes.

La idea surgió ante la necesidad de plantear la tala de los pinos que había en el monte de Soutelo, con una edad entre 45 y 50 años, y que ya no tenían más capacidad de regeneración. Por lo tanto, se decidió el corte de la madera y la posterior plantación de frondosas por la cercanía a núcleos de viviendas.

Finalmente entre el roble y el castaño se decidió por este último por ofrecer mayores posibilidades de producción.

Los comuneros no solo pensaron en poder obtener un día rentabilidad en la recogida de las castañas ya que se estima que, en plena producción, podrían recoger unas 30 toneladas, sino también en la proliferación de setas comestibles de calidad que crecen en estos montes de castaños.

Los árboles ya han dado las primeras castañas de buena calidad, aunque la producción aún no da como para plantear una comercialización.

Además, Rubiáns está fuera de la indicación geográfica protegida para este fruto, que es a partir del concello de Cuntis, en la comarca de Caldas. De todos modos, la producción óptima en el monte de Soutelo está prevista aproximadamente para dentro de diez años; tiempo suficiente para plantearse cómo llevar a cabo la producción y que pasos a dar. En el monte de Perrón habrá que esperar un poco más.