La mayoría de las familias de O Salnés y Ullán con niños en tercer curso de Educación Primaria han decidido no someterlos a las evaluaciones de la conocida como "reválida", que empezaron ayer y que continúan hoy. Según una encuesta realizada por FARO en 20 colegios de la comarca arousana, solo uno de cada cinco escolares de ocho años hizo ayer las pruebas, lo que supone un porcentaje del 20 por ciento, similar al de los anteriores cursos lectivos.

Los resultados, de todos modos, no son homogéneos, y varían mucho de un centro a otro. Así, por ejemplo, hay colegios en los que no acudió ni un solo niño a realizar las pruebas, como es el caso del de Viñagrande, en Vilanova; mientras que en otros, fueron más los escolares que pasaron la evaluación que los que se quedaron en casa, como podría ser el caso del de San Tomé, en Cambados, o Valle Inclán y As Bizocas, de O Grove.

Durante la jornada de ayer, los cuadernillos que se le pasaron a los niños fueron el de Lengua Castellana y el primero de Matemáticas. En el caso del de lengua, se trataba de pruebas de comprensión lectora, y los escolares se enfrentaban a varios textos escritos, así como a uno escuchado. Durante el día de hoy, los profesores les pasarán la prueba de Lengua Gallega, centrada igualmente en la comprensión lectura, y la segunda de Matemáticas. Además, los alumnos llevarán para sus casas un cuadernillo, que tendrán que completar las familias.

Las evaluaciones se realizaron desde primera hora de la mañana, hasta mediodía. Para la realización de una de ellas había un tiempo de 50 minutos, y para la otra, de una hora. Entre ambas, las niños podían salir unos 20 minutos a descansar.

En el caso de las familias que decidieron que sus niños no hiciesen la reválida, no acudieron al colegio, pues de haberlo hecho los profesores estarían obligados a pasarle las pruebas. Sin embargo, algunos sí fueron al centro después de mediodía para las últimas clases.

En el caso de los colegios de Vilagarcía, fueron muy pocos los niños que hicieron la reválida. En Rubiáns, fueron tres, de un total de 20 escolares. En Vilaxoán, se presentaron otros tres, pero de un total de 29. En A Lomba hicieron las pruebas cinco niños (tres de ellos del Anexo) para un total de 70. En el Arealonga fueron 9 de 67. En Carril, se sometieron a la evaluación seis alumnos de un total de 38 matriculados en tercero de Primaria. Y en el colegio de O Piñeiriño fueron siete de un total que ronda los 45.

En los colegios de Vilanova consultados por FARO la tónica es similar. Así, en el Julio Camba acudieron seis estudiantes, de un total de 47. Y en A Viñagrande no fue ninguno, de 20 que están matriculados.

En el municipio de Cambados, en el colegio de San Tomé acudieron al centro 22 niños, de un total de 39 que podían hacer las pruebas, mientras que en el de Castrelo participaron cinco niños, y se ausentaron otros 18.

En el caso de O Grove, del Valle Inclán fueron 22 de los 39 alumnos de tercero; de As Bizocas, acudieron cuatro de los siete matriculados en tercero; y en el Rosalía de Castro se les pasaron las pruebas a nueve alumnos, para un total de 36 niños de ocho años.

En Meis, en el colegio de Mosteiro se le pasaron las pruebas a 13 estudiantes, y otros siete declinaron hacerlas. En el Julia Becerra Malvar de Ribadumia hicieron la reválida 15 escolares, de un total de 49, y en el Torre-Illa, de A Illa, el porcentaje de alumnos de tercero que se presentaron en clave rondó el 10 por ciento. En Catoira, el Progreso tiene 40 niños en la clase de ocho años, y ayer se presentaron 10.

En Meaño, en las aulas de tercero del centro de Coirón-Dena se presentaron nueve chicos, y los 27 restantes quedaron en casa. En Valga, en el colegio de Baño-Xanza se sometieron a la reválida cinco alumnos, de un total de 36. Y en el Infesta, de Pontecesures, se presentaron en clase 12 estudiantes, de un total de 30.

Las "reválidas" de Primaria son una de las partes más controvertidas de la actual ley educativa, la LOMCE, y son muchos los profesores, pedagogos y psicólogos los que las cuestionan. Según el Ministerio de Educación, su única finalidad es tener una radiografía del nivel de aprendizaje del niño, para que el colegio pueda detectar las dificultades que se estén produciendo en el proceso, al tiempo que la administración puede hacerse una idea de como se está trabajando en cada centro. Al mismo tiempo, los partidarios de la reválida arguyen que en Primaria no influyen en el acceso del escolar al siguiente ciclo educativo.

Los detractores, por su parte, alegan que se trata de pruebas sin utilidad práctica alguna, que someten a los niños a una tensión y a un estrés innecesario, y que se olvidan de competencias que son fundamentales para el desarrollo futuro del niño, como la capacidad de manejar sus emociones o de resolver conflictos con los demás.