La vida de Santa Rita de Casia estuvo marcada por la tragedia. Fue esposa, madre, viuda y también sobrevivió a sus hijos gemelos en una vida marcada porgrandes sinsabores en su Italia natal. Quizá sea por ello que su festividad se convierta también en una alegoría a la felicidad, la fiesta y al equilibrio entre obligación y devoción.

La celebración del 22 de mayo ha venido acompañada de un importante componente pagano. Hubo estímulos de todo tipo para que las calles de Vilagarcía se convirtiesen en lugar donde sentirse a gusto y relajado. Alrededor del convento de Vista Alegre se concentró buena parte de la animación. La Feira Celta no dejó indiferente a nadie, sobre todo a los más pequeños, cautivando su atención con juegos tradicionales en la "Eira dos Cativos", en sus talleres artesanales o en su zona de animación, Los pasacalles, malabaristas o el paso del Fauno fueron otros de los componentes que no dejaron lugar al aburrimiento.

Los puestos de pulpo y rosquillas testaron el carácter desprendido de los bolsillos de los paseantes con respuestas de todo tipo, aunque las expectativas de los comerciantes no se vieron cumplidas en términos generales. También se podían conjugar los menús con pollo y frutas, todo ello antes de afrontar una sesión vespertina en la que se podría prolongar la diversión en Vilagarcía hasta bien entrada la madrugada.

Como no podía ser menos, los pequeños fueron los más beneficiados en la hoja de ruta de la tarde. La Praza da II República se convirtió en un patio de diversión que permaneció abierto durante toda la tarde con los hinchables como principal atractivo.

La llegada de la procesión convirtió las horas previas en un constante aumento del volumen de viandantes por las calles céntricas del casco urbano. Poco antes el pasacalles a cargo del grupo de gaitas Malveiras de Carril se convertía en el anticipo del paso de la imagen de Santa Rita de Casia, la que identifican como patrona de los funcionarios que se pueden aplicar aquello de "lo que se da no se quita" con la ley humana y divina de su lado.

La presencia de la orquesta París de Noia en la calle Alexandre Bóveda se convirtió en el colofón a la jornada de clausura a cinco días de actividad de todo tipo. A los vilagarcianos le tocó ejercer de amables anfitriones a los muchos visitantes que atrae a Vilagarcía el compendio del turismo religioso y festivo en el que se convierte cada año la festividad de Santa Rita.

Las exigencias laborales y escolares del día de hoy obligaron a anticipar el final de una verbena espectacular desde la puesta en escena hasta el despliegue musical en un perfecto final de fiesta.