El problema de las algas en los bancos marisqueros de A Illa se ha vuelto cíclico. Con la llegada del calor y la reducción de los temporales, el manto verde de las algas acaba posándose en zonas muy importantes para los mariscadores, en este caso, el entorno de la playa de A Canteira, una de las más próximas al puente que une el municipio con el continente.
El patrón mayor de la Cofradía de A Illa, Juan José Rial Millán, reconocía ayer que existe una gran preocupación en el sector del marisqueo a flote "porque se ha acumulado gran cantidad de algas en un banco marisquero como el de A Canteira, por lo que estamos barajando hacer turnos de limpieza". Esa preocupación se fundamenta en que la acumulación de algas puede acabar con gran parte de la almeja allí sembrada, al dejarla sin el oxígeno suficiente para respirar.
El pósito va a celebrar una asamblea con los mariscadores para analizar la posibilidad de acometer una limpieza en los próximos días, probablemente, a finales de esta misma semana ante el temor de que pueda perderse gran parte de la producción de esa zona, no solo para este año, sino durante varias cosechas.
En los últimos años, las mariscadoras a pie de la Cofradía de A Illa han vivido un auténtico calvario con la proliferación de algas en sus playas, viéndose obligadas a realizar tareas de limpieza en profundidad en zonas como A Sapeira, Riasón, Espiñeiro o Camaxe. Otro pósito en el que las algas han provocado grandes problemas, incluso con la pérdida de producción de marisco, es el vecino de Vilanova.
