En los últimos tres meses se produjeron en O Salnés al menos media docena de asaltos violentos a viviendas o robos en negocios perpetrados por profesionales. El hecho de que los dos últimos hayan tenido lugar en Cambados el pasado fin de semana, con una diferencia entre ellos de unas pocas horas, ha hecho que la preocupación social se dispare.

"La seguridad es un asunto del que hablamos habitualmente los comerciantes -afirma el presidente de los de Cambados, y del Consorcio do Salnés, Juan Rey- pero cuando se producen varios seguidos como en esta ocasión es cuando saltan las alarmas". El alcalde de Vilanova, y presidente de la Mancomunidade do Salnés, Gonzalo Durán, afirma a su vez que "la percepción social es de alarma, y por eso nosotros vamos a poner cámaras de vigilancia en los accesos al municipio". La regidora de Cambados, Fátima Abal, aduce por su parte que "no hay alarma social, pero las personas que tengan objetos de valor en sus casas o negocios sí que deben extremar las medidas de seguridad".

Desde finales de febrero hasta ahora se perpetraron al menos cinco asaltos violentos o robos a manos de profesionales. Así, por ejemplo, en febrero dos encapuchados armados con pistolas robaron en un "cash" de As Carolinas, en Vilagarcía. Poco después, a principios de abril, varias personas entraron en la casa del histórico narco Manuel Charlín, en Vilanova, y le propinaron una paliza a él y a su hijo Melchor.

Más recientemente, una presunta banda formada por ciudadanos albano-kosovares entró supuestamente en una nave del polígono industrial de O Pousadoiro, en Vilagarcía, y se hizo con un botín tras anular las alarmas y el sistema de videograbación.

Durante el pasado fin de semana, al menos dos ciudadanos extranjeros encapuchados asaltaron de madrugada en su chalé de San Antón (Vilariño) a un hombre, al que golpearon con una pistola antes de robarle. La víctima fue uno de los hijos de Ramón Outeda Dopazo, un cambadés asesinado a mediados de 2005 en un ajuste de cuentas cuya naturaleza sigue siendo un misterio.

Horas después, al atardecer del sábado, al menos tres personas entraron en una agencia de viajes situada en la rotonda de A Cabana, también en Cambados, y llegaron hasta la caja fuerte tras hacer un butrón. El hecho de que su actuación pasase desapercibida pese a robar a plena luz del día y su forma de proceder hace suponer también que se trata de profesionales.

Esta cadena de casos motiva que la preocupación social aumente en O Salnés. Gonzalo Durán apunta al respecto que "las últimas noticias preocupan a la gente", y que "vamos a intentar luchar contra la delincuencia con estas cámaras, aprovechando la red que tenemos de fibra óptica".

Así, lo que va a hacer el Ayuntamiento de Vilanova es colocar unas cámaras de tráfico en las entradas al municipio. "Son cámaras enfocadas a la circulación, pero pueden ayudar a disuadir a los delincuentes", prosigue el alcalde y presidente comarcal.

La experiencia de las cámaras también se ha ensayado, por ahora con éxito en Cambados. El concejal de Promoción Económica, Xurxo Charlín, legalizó en su día los aparatos que se habían colocado durante el anterior mandato en el polígono industrial de Sete Pías, pero que estaban apagados, y en los últimos meses no ha trascendido que hubiese robos de entidad en el parque empresarial.

Mientras, el presidente de Cambados Zona Centro y de los comerciantes de O Salnés, Juan Rey, sostiene que los delitos contra la propiedad en la comarca podrían combatirse mejor si la Guardia Civil y la Policía Nacional tuviesen más personal. "Faltan efectivos para las tareas de seguridad ciudadana, y eso influye mucho. Durante la temporada de verano viene muchísima gente de fuera y por eso aún será más necesario reforzar el personal de las fuerzas de seguridad".