"Estamos ultimando los detalles -explica Rubén Moldes- si bien tenemos claro que será en la primera quincena de julio en la finca de David Couso.

Para ello barajamos sacrificar en un matadero, con toda la normativa sanitaria, uno de los tudancos que estoy criando, que tiene 11 años y que pesa unos 1.000 kilogramos".

"Luego -agrega David Couso- toca macerar esa carne en cámara en torno a un mes, y cocinarla en esa jornada para degustación del público, sirviendo esta carne, que es una de las más exquisitas del mercado, a precios populares, a modos de chuletón, hamburguesa, tartar y otras variedades culinarias".

"Además el público que lo desee tendrá la oportunidad de visitar y conocer de primera mano estas dos ganaderías, e interesarse por el mundo de la cría del buey y del caballo, y prepararemos también algunos alicientes de ocio y diversión para el público, con el objeto de convertir la jornada en una referencia para poner en valor la ganadería, en especial la de buey, en nuestra zona de costa".

Viabilidad del proyecto

Los dos aspiran a que sus pasiones den rendimiento en el futuro, sobre todo un Rubén Moldes que ha sido el último en llegar.

"De momento esto no da dinero, todo son gastos -lamenta-, pero sueño con que en el futuro genere algún rendimiento familiar".

De cara a ese futuro su ilusión es ampliar la ganadería: "En mi próxima compra me gustaría hacerme con un pareja de bueyes de raza barrosos, que son portugueses, y que son preciosos, y es que Portugal para nosotros es el paraíso del buey", expone este emprendedor arousano y amante de los animales.