El secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad, está convencido de que "el problema de los autónomos no es lo que tardan los concellos en pagar, sino las subcontratas".
El vilagarciano entiende que por término general las administraciones locales pueden demorarse entre tres y cuatro meses en pagar una obra, un servicio o un suministro contratados con un autónomo o con una pequeña empresa, pero que ese periodo se dispara cuando el autónomo trabaja para una gran compañía que, a su vez, fue contratada por la administración.
"Las empresas que contratan con la administración sí cobran con celeridad, pero después ellas pueden tardar meses y meses en pagar a las pequeñas empresas. Las famosas subcontratas son el auténtico talón de Aquiles del sistema", declara Abad. Por ello, entiende que las administraciones públicas deberían poner en marcha mecanismos de control para que las adjudicatarias de sus grandes obras y contratos de servicios paguen en plazo a los subcontratistas.
En su día, UPTA ensayó en O Salnés un programa para reducir la dependencia de las pequeñas empresas de las subcontratas.
Consistía en facilitar los contactos entre profesionales de diferentes oficios y sectores, para que estos formasen uniones temporales de empresas y pudiesen de ese modo disputar a las grandes firmas los contratos de la administración pública.
"Hoy en día, los autónomos se encuentran con tres grandes dificultades a la hora de contratar con la administración -plantea Abad-. La primera es la dificultad técnica, la segunda la solvencia económica, y la tercera la falta de equipos que puedan ejecutar el cien por cien de las actividades contratadas". Al estimular la fusión temporal de autónomos para participar en los concursos públicos, se pretendía precisamente que con la suma de pequeñas empresas de diferentes ramos se limasen las citadas dificultades. UPTA tiene una oficina en Vilagarcía, a través de la cual se haría de nexo de unión entre los distintos autónomos.
"90 días es asumible"
Abad apunta que en la práctica el periodo medio de pago de los ayuntamientos es de 90 días, contando los 30 de carencia de que disponían hasta el 31 de diciembre pasado desde la presentación de la factura, y que se trata "de una espera asumible".
El secretario general de UPTA también recalca que a medida que pasa el tiempo "se acercan más al cumplimiento de la Ley de Morosidad", y que "la gestión telemática simplifica y acelera los pagos, lo cual también está sirviendo para mejorar la situación".
El vilagarciano elogió asimismo a los ayuntamientos de O Salnés, de los que dijo que son de los más diligentes de Galicia a la hora de pagar los servicios, obras y suministros contratados.
Según los datos oficiales del Ministerio de Hacienda, los ayuntamientos de Pontecesures y Meaño son los que pagan con mayor prontitud, seguidos de los de O Grove, Sanxenxo o Vilagarcía. En el caso de los dos primeros municipios, la media de pago es de apenas 15 días desde la presentación de la factura en el registro municipal. En la otra cara de la moneda se encuentran Catoira y, sobre todo Vilanova, que por término medio tarda unos 10 meses en pagar.
