La acuicultura quiere expandirse en el sur de España, y eso ha propiciado la reciente creación de la Asociación de Productores de Moluscos de Andalucía (OPP 81). Se trata de una apuesta en la que se invierte tanto experiencia como capital gallego, pues como se había explicado hace años fueron varios los productores y empresarios de esta región atlántica que decidieron embarcarse en el proyecto en aguas del Estrecho.
Pero en Galicia parece imperar la calma. "Tranquilidad" es la palabra que más se repite entre los bateeiros gallegos consultados ayer, convencidos de que Andalucía "no es rival ni competencia" para su "oro negro".
Prueba de ello es que en Andalucía apenas se producen 4.000 toneladas anuales y la aspiración de la citada OPP 81 -formada por una veintena de empresas- es alcanzar a largo plazo las 20.000 toneladas, aún así muy lejos, podría decirse que "a años luz", de las cifras de Galicia, que el año pasado facturó 207,6 millones de euros por la comercialización de 279.000 toneladas de pescados y mariscos de acuicultura, correspondiendo al cultivo de mejillón en batea 267.000 toneladas que generaron 122 millones de euros.
