Los 156 alumnos del colegio Viñagrande de San Miguel de Deiro, en Vilanova de Arousa, se quedaron ayer sin clase después de que el reventón de una tubería inundase por completo parte del centro. El suceso se detectó en la noche del pasado martes por parte del personal del centro, comunicándose de forma inmediata a la Inspección Educativa, que autorizó la suspensión de la actividad escolar.

La rotura de la tubería se registró en un baño del primer piso, por lo que el agua se acabó filtrando por la placa para dañar todo el falso techo, puertas, ordenadores, rodapiés y paredes, anegando por completo el bajo y convirtiendo en imposible celebrar las aulas. Lo ocurrido no ha sido un hecho aislado, algo que reconocen desde la dirección del centro, ya que en los últimos meses, se ha repetido hasta en tres ocasiones debido "al pésimo estado de mantenimiento de los baños", algo que se viene denunciando desde hace mucho tiempo sin que las administraciones actúen en consecuencia.

El claustro y el consello escolar del centro emitieron ayer un comunicado en el que alertaban de la "imperiosa necesidad de reformar los baños de todo el colegio, ya que los actuales se encuentran en una situación pésima y no están siendo objeto de ningún tipo de mejora y mantenimiento pese a los requerimientos que se realizan año tras año". Tuberías picadas, oxidadas o en pésimo estado de conservación son una evidencia nada más acercarse a uno de los sanitarios, "los cuales no reúnen las condiciones mínimas para ser utilizados por alumnos de tan corta edad".

La comunidad educativa no dudó en "exigir" ayer en un comunicado que este verano las administraciones competentes, bien el Concello de Vilanova, bien la Consellería de Educación, "aporten la dotación económica que el centro precisa para la remodelación". Es más, el centro cuenta con proyectos presentados a la administración para facilitar ese trabajo. De hecho, el colegio tenía la intención de aportar cerca de 6.000 euros para reformar los baños de la planta inferior, mientras la Jefatura Territorial sumaría 20.000 que "solo llegarían para afrontar un 70% de la reforma en la planta inferior, sin abordar el problema de los que existen en el piso superior". Esta aportación es insuficiente, por lo que exigen también que "esas administraciones cumplan con su deber, ya que se ataca a la dignidad humana de los propios alumnos".

La reforma de los baños no es la única circunstancia que debe ser mejorada en el centro. La carpintería exterior se encuentra en un estado lamentable, con ventanas rotas, persianas que no funcionan, filtraciones de agua constantes y aluminio en pésimo estado de conservación, lo que obliga al colegio a invertir en torno al 50% del dinero destinado a gastos de funcionamiento en la calefacción, para evitar que los 156 alumnos acaben congelados.

Todas estas situaciones han provocado que la comunidad escolar estalle tras mucho tiempo "compensando la falta de responsabilidad de las administraciones, por eso exigimos que la situación cambie, sin descartar aquellas medidas de presión que la normativa nos permita". Instan al Concello a que haga todo lo que esté en su poder para que revertir esta situación y a Educación a que ejecute acciones y diseñe un plan de actuación urgente para poder sustituir toda la carpintería exterior del centro. "Creemos que este centro merece un trato más digno, o al menos igual al de otros a los que se les ha aprobado una importante dotación económica para reformar los baños, algo publicado hoy en la propia web de la Consellería", explican.

Tensión con el alcalde

Al centro se desplazaron el alcalde, Gonzalo Durán, y el delegado territorial, José Manuel Cores Tourís, para ver el estado en que se encontraba tras la inundación. El enfado de los profesores por la situación acabó provocando una discusión con el regidor que llegó a cuestionar el modelo educativo. Durán no dudó, posteriormente, en señalar a la dirección como la responsable de lo ocurrido, ya que "tienen el dinero, pero no les gusta el proyecto de Educación, por eso no han acometido obras todavía; lo de ayer fue una reparación de tres euros".