El marinero en cuestión, que contaba ya con otras embarcaciones, se avino a ceder al centro el viejo bote para una causa que ya cumple con creces el objetivo cultural perseguido por su propietario.

"Los trabajos de rehabilitación supusieron un trabajo arduo -explicaba el director del centro Paulo Nogueira- para el que contamos con la inestimable colaboración del abuelo Quinteiro, un carpintero de la parroquia de Simes, que dedicó su tiempo de forma altruista a trabajar en el barco y al que debemos mucho de este proyecto" que se presentó en la mañana de ayer.

Colaboración estudiantil

"Luego -agrega- los alumnos colaboraron en las labores de pintado de la embarcación, para lo que el colegio organizó un taller de grafitti que impartió la asociación de cultura urbana 'Vella Escola', un colectivo especializado en la organización de actividades como grafiti, breakdance, rap, beatbox, y otras manifestaciones de la cultura urbana actual".

Fruto de ese taller de grafiterismo los alumnos pintaron el barco a su gusto. Lo hicieron con una pintura vivaz y alegre, en la que predominan los colores amarillo, azul cielo y blanco que alegran, y que, desde ayer, visten de gala el "Mar de Libros" en el patio escolar del CEIP As Covas.

La pintura del barco incluye el rotulado de mensajes y lemas que gustaban a los alumnos, lo que más, al ser un peculiar rincón de lectura, títulos de libros que habían cautivado a los chavales, así como refranes gallegos.

La embarcación se corona además con una vela de cuatro metros de altura, cuyo izado se efectuaba también ayer en esta puesta de largo, ante la atenta mirada de los presentes.

El acto de botadura contó con dos madrinas de excepción, una enfermera y una auxiliar de enfermería, que han trabajado durante once años y hasta el curso pasado con una alumna con necesidades especiales, y que se involucraron mucho en todo ese tiempo en la labor de funcionamiento del centro, y en especial de la propia biblioteca., tanto que hicieron la vez de conserjes durante todo este tiempo.

Junto a ellos, el abuelo Quinteiro, sin el cual, la labor de rehabilitación del viejo bote no podría haber sido posible, pues impregnó elproyecto de toda la ilusión de un auténtico lobo de mar.

"El barco -explicaba Paulo Nogueira- cuenta en el interior de su proa con un mueble y estanterías que albergan lotes libros de biblioteca. Dispone además de una pequeña estación meteorológica, una veleta y una brújula, amén de un cuaderno de bitácora en el que los alumnos irán anotando los datos de la estación meteorológica para quitarle partido luego cara al trabajo de clase". En definitiva todo un reto cultural a la altura de una fiesta como la que mañana se dedica a las Letras Galegas.

Descubrir la literatura

El colegio meañés pretende que la embarcación sea un espacio vivo durante los recreos escolares. quizás el mejor reclamo para la lectura al convertirlo en una aventura especial.

Bien apuntalado, tiene en su interior aforo para doce lectores que, en días soleados, podrán tomar posesión de uno de los asientos de este relajante espacio para disfrutar de sus lecturas preferidas o aventurarse a descubrir nuevos libros a bordo del barco.

Otra de las novedades para darle vida al bote estará en la personalización de la vela. "El objetivo del centro -explica Paulo Nogueira- es que centro es que cada dos meses, un curso del colegio vaya personalizando su vela para ser izada y lucir durante ese tiempo en el patio".

Será la mejor forma de coronar así una embarcación que, con absoluta seguridad, está llamada a convertirse en todo un icono y un símbolo para este centro escolar de ahora en adelante.