Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una caña para pescar "velutinas"

Un ingeniero forestal diseña un sistema que facilita la fumigación de los nidos de abejas asiáticas que invaden el territorio de O Salnés en los últimos años

Uno de los numerosos nidos de avispa velutina en O Salnés. // Noé Parga

Se trata de una pértiga de carbono, muy ligera y manejable, cuya amplitud de sección va decreciendo hacia la punta, parecido a una caña de pescar al uso, y a la que he acoplado un máquina tipo sulfatadora, pero equipada, no con motor de membrana, sino de pistones, para que pueda bombear sin problemas de presión hasta los 45 o 50 metros de altura".

Este cambadés concibió el mecanismo a partir de su experiencia en trabajos en altura como ingeniero forestal, "sobre todo en los últimos años en la lucha contra el picudo de la palmera, campo en el que venía trabajando con pértigas similares". Con este equipo puede acceder a fumigar con apoyos nidos de velutina que se encuentren hasta los 24 metros de altura "pudiendo siempre estirar y manejar la pértiga con relativa facilidad desde una escalera -precisa-, o incluso hacerlo si uno opta por subirse con arnés a un eucalipto".

"El problema de muchos nidos de velutina -explica Penedo- es su inaccesibilidad, porque algunos se encuentran en medio del monte, a donde no puedes llegar con vehículo alguno, y el único acceso posible para llegar es a pie. Este equipo, por su ligereza, es fácil de llevar por una persona caminando a pie, y con él pude llegar a cualquier parte del monte". "Y eso -agrega- que yo estoy trabajando con una máquina estándard de 100 litros, pero se podría adecuar una con menos capacidad, mismo de 5 o10 litros y, por tanto, mucho más ligera aún".

Fabricar una pértiga como la suya es, según explica Eduardo Penedo, relativamente sencillo. "Hoy en día -apunta- en el mercado encuentras de todo, y una vez conseguidas las piezas de carbono, se trata de acoplarlas, y luego conectar la pértiga con la sulfatadora". El precio es relativamente económico, dado que, según explica, "el coste de hacerse con todo el material puede rondar entre los 1.500 y los 3.000 euros, según la calidad por la que se opte en cada caso".

Sin duda una opción más económica que la del camión adquirido por la Mancomunidade do Salnés a inicios de año para fumigar los nidos, y en cuya compra se invirtieron 112.000 euros pero que, a pesar de su gran maniobrabilidad, no puede acceder a zonas interiores de monte poblado de eucalipto que carezca de acceso.

El apicultor meañés Juan Calviño, que requirió los servicios de Eduardo Penedo en algunas ocasiones, ratifica la eficacia de su equipo: "El año pasado cursé aviso para dos nidos de velutina en Meaño. Cuando llegaron los operarios de Tragsa, pretextaron que no podían actuar, en un caso por la inaccesibilidad, en otro por la altura excesiva. Sin embargo, contacté con Eduardo Penedo, y con su equipo fumigó ambos con facilidad".

"Lo importante para actuar con un nido de velutina es el hecho de fumigarlo para matar el insecto, no retirar el nido" explica Penedo. "Es más -agrega- en mi opinión no deberíamos pararnos ni en gastar medios en la retirada de los nidos porque, además, una vez fumigados, el insecticida perdura en el tiempo y mantiene una labor residual que puede durar días o más, por lo que en ese tiempo es bueno no tocar el nido". De hecho, según apunta, en países como Francia se abandonó la labor de retirada los nidos una vez fumigados, por cuanto no suponen riesgo para la población.

Eduardo Penedo, en contra la opinión generalizada, se muestra optimista en la lucha contra la velutina: "La experiencia me dice -afirma- que el ser humano en un gran exterminador. Vencer a la avispa asiática es cuestión de tiempo, solo que aquí, tal y como pasó en su día como el picudo, llevamos cinco años de retraso porque apenas se ha hecho nada al respecto.

Compartir el artículo

stats