Encontrar puntos de convergencia entre Vilanova y Francia no resulta fácil a primera vista. Sin embargo existe un motivo importante para identificar al concello arousano como una pequeña Galia. Esa razón no es otra que las Xornadas da Francofonía que reúnen estos días a cerca de 1.300 estudiantes de francés de institutos de toda Galicia.

En la mañana de ayer se produjo el acto estrella de unas jornadas que se extenderán del 7 al 10 de mayo con el departamento de francés del IES A Basella y el Concello de Vilanova ejerciendo de hospitalarios anfitriones durante las dos primeras jornadas.

A la hora de encontrar a la persona catalizadora de un evento de estas características no existe ninguna duda. Nieves Vecilla, profesora del instituto vilanovés, ha sido la encargada un año más de poner en marcha toda una maquinaria organizativa que ha tenido como resultado una convivencia estudiantil de referencia autonómica en la que es la décima edición de estas Xornadas de Francofonía.

Los centros que participan en este evento son los de Carral, Cabo Ortegal de Cariño, David Buján de Cambre, Val Miñor de Nigrán, Universidade Laboral de Culleredo, Plurilingüe Eusebio da Guarda en A Coruña, María Casares de Oleiros, Moncho Valcarce de As Pontes, A Xunqueira de Pontevedra, Gregorio Fernández de Sarria, Pino Manso de Porriño, Alfonso VII de Caldas de Reis y Terra de Turonio del municipio de Gondomar.

La llegada de los participantes a Vilanova se fue produciendo de manera paulatina desde el pasado lunes. Los primeros en arribar tuvieron tiempo también para visitar la casa museo Valle-Inclán e incluso realizar un viaje en catamarán por la ría de Arousa en el que pudieron conocer el funcionamiento de las bateas.

Precisamente esos centros que fueron los primeros en llegar pudieron disfrutar también de la emisión de una película en el pabellón multiusos de Vilanova, lugar en el que también hicieron noche antes del espectáculo central en el que la lengua francesa fue la más sonada por la megafonía instalada para la ocasión.

Los catorce centros participantes pasaron por el escenario para cantar diferentes piezas del repertorio popular del país vecino. Junto a las cualidades vocales tocaba mostrar también el necesario dominio del idioma para que la actuación alcanzase el nivel que requería la ocasión.

Un total de 42 canciones se escucharon durante toda la mañana de ayer en el escenario. No faltaron los vídeos de presentación elaborados por cada instituto en una velada en la que también algunos evidenciaron las pocas horas de sueño conciliadas durante la noche en el pabellón vilanovés.

Una comida en O Terrón aprovechando la bonanza climatológica se convirtió en el comienzo de una tarde libre en la que los participantes intercambiaron sus contactos. Esta alegoría al idioma galo continuará hoy y mañana, pero ya en los lugares respectivos con aspectos como publicaciones o gastronomía francesa.