Nació en Vigo hace treinta años, pero, desde muy pequeña, conoció el lugar en el que lleva residiendo desde hace menos de un lustro. A Illa la cautivó desde el primer momento, hasta el punto de enamorarse tanto del pequeño "siete" en el centro de la ría de Arousa como de un isleño. El próximo día 18 verá cumplido el sueño de presentar en sociedad su primera publicación "Caprichos de Amor", un libro en el que no solo se destila romanticismo, sino que se puede viajar por un paraíso como es A Illa y toda la ría que la rodea. Lo hará a las 19.30 horas en el Café Perú de la calle García Barbón de Vigo.
-¿Cómo surge el texto de "Caprichos de Amor"?
-Pues aunque el texto no tiene nada de biográfico, si lo tiene el título, que se refiere a la historia de amor con mi pareja. Cuando lo vi por primera vez quedé totalmente enamorada y todo el mundo me decía que tenía un capricho de amor. A partir de ese título, el resto es un trabajo de invención en el que quería plasmar una historia bonita, romántica y algo distinto sobre un sitio como es esta ría, a la que siempre parecen hacer referencia cuando se habla de drogas, y no tiene nada que ver con eso.
-¿En tiempos de Fariña y Juego de Tronos, todavía queda espacio para el romanticismo?
-Creo que si, el romanticismo es algo que todos tenemos interiorizado, aunque en estos momentos las historias románticas no tengan tanto tirón como otras más truculentas como las que haces referencia. En el caso de Caprichos de Amor es un libro que se centra en el mundo de los amigos, hay amor por el medio, pero queda un segundo libro en el que se perfilará todavía más. En ambos también hay espacio para el erotismo, que sí que está teniendo bastante éxito desde "50 sombras de Grey", aunque la historia que cuento es muy diferente a la de E.L.James.
-¿Cuales serían los referentes literarios a seguir?
-Para mi, una autora que siempre me ha fascinado es Megan Maxwell. Cuenta con más de una veintena de libros y considero que es el gran referente actual de la literatura romántica.
-Aunque no se trata de un relato biográfico, en las páginas de "Caprichos de Amor" sale reflejado un lugar que usted conoce bien: A Illa.
-Llevo viviendo en A Illa unos cuatro años, pero la conozco desde que tengo uso de razón, porque desde muy pequeña, venía todos los veranos con mi familia. Por eso resultó muy fácil escribir el libro, porque reflejo un sitio que conozco a la perfección y que es un auténtico tesoro del que casi todo el mundo se enamora cuando lo descubre. Además, traté de reflejarla como yo la siento y eso es algo que creo que se aprecia en las páginas del libro.
-¿Resultó complicado publicar un libro en una época que no destaca por la afición a la lectura?
-Una vez escrito, lo envié a varias editoriales. Cuatro de ellas se mostraron interesadas, pero me acabé decantando por Seleer, porque aunque sea menos conocida, me ofrecieron unas condiciones que me gustaron y me convenció su apuesta.
-Habla de que habrá una segunda parte
-Pues si, habrá una segunda parte, porque "Caprichos de Amor" no es una historia cerrada, sino que queda abierta a su continuación. Estoy trabajando en ella y espero que se encuentre lista lo antes posible.
