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Sin el paseo a caballo

La lluvia impidió llevar a cabo la ruta caballar prevista aunque los jinetes disfrutaron del banquete en la carballeira de Ribadumia

Los jinetes convocados en la carballeira de Ribadumia en la comida bajo carpa. // Noé Parga

La ruta caballar que iba a partir desde la carballeira de Ribadumia quedó aplazada para el próximo 22 de julio si el tiempo acompaña, como, por otra parte, sería lógico en pleno mes de verano.

Los organizadores decidieron suspender el paseo a caballo por el corazón de O Salnés pues la lluvia era un grave contratiempo para los animales que podrían resbalar por la presencia de numerosos fragmentos de asfalto desprendidos en el itinerario planeado.

El presidente de la asociación Ernesto Galiñanes mostraba cierta frustración tras haber suspendido la caminata en la que iban a participar jinetes de diversas localidades de O Salnés y de la comarca de Louriña.

"Los trozos de asfalto en la carretera son un peligro para los caballos porque pueden resbalar y hacerse daño, o incluso a los jinetes que los montan", justificó Galiñanes.

La idea consistía en hacer por la mañana unos 17 o 18 kilómetros por el interior de O Salnés pues pretendían salir a las diez de la mañana de la carballeira para "bajar al Umia, ir al castro de Besomaño, dirigirse a la parcelaria de Lois para subir al monte Castrove y bajar hacia A Bouza do Rei en el regreso a la carballeira".

El mapa se mantiene para la próxima cita, fijada ya para el 22 de julio "que también es domingo" y podremos volver a juntarnos "todos los que nos habíamos anotado", explica el organizador de este encuentro caballar.

Y es que aunque la mayoría de los jinetes proceden de O Salnés, en esta ocasión habían invitado a los socios del club Rumba de O Porriño para cabalgar por uno de los espacios naturales más privilegiados de la comarca, muy conocido por los jinetes de Pica Espuela.

Lo que no impidió la lluvia fueron los actos programados por la asociación anfitriona que a eso de las dos de la tarde convocó a los asistentes a una típica comida campestre.

"Tenemos que agradecer al Ayuntamiento la colaboración que nos prestó pues aportó la placa de reconocimiento a la hípica Rumba y los diplomas que entregamos como recuerdo a todos los participantes", explica Galiñanes.

Antes, bajo una carpa en la carballeira, unos 35 asistentes dieron buena cuenta de un menú a base de empanada, carne ó caldeiro, rosca, café y chupitos de licor.

En el encuentro han tenido oportunidad de conversar sobre sus aficiones, nuevas citas hípicas que se llevarán a cabo en los próximos meses en Galicia y hasta de competiciones.

La idea, explica Galiñanes, es la de reunir a los amantes de los caballos, una afición que cada vez tiene mayor auge en la provincia de Pontevedra, por la proliferación de picaderos en distintas localidades como el Pica Espuela de Vilanova, la hípica de Baión o los aficionados que procedían de Vilariño (Cambados) o Meis.

La pasada semana también se celebró un acontecimiento hípico en la comarca, por la exhibición de hermosísimos ejemplares de caballos de raza árabe en la isla de A Toxa. Aquel acto fue organizado por un jeque árabe y congregó a cientos de aficionados.

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