La asociación Faiado da Memoria, que lideran Margarita Teijeiro y Antonio Caeiro, abrió su sede en un piso de la Plaza de Ravella y ayer celebró su inauguración oficial con la presencia del exjuez Baltasar Garzón, quien presidió el acto.

El piso del número 27 de la Plaza de Ravella resultó pequeño para el número de asistentes, entre los que figuraban el diputado provincial Xosé Leal, el fundador de la Asociación de Memoria Histórica, Santiago Macías, el alcalde de A Illa, Carlos Iglesias, la alcaldesa de Cambados, Fátima Abal, el exalcalde de Vilagarcía y excomisario Enrique León.

El actor vilagarciano Josito Porto actuó como maestro de ceremonias y se encargó de dar paso a Margarita Teijeiro, quien agradeció la presencia de Baltasar Garzón y recordó los inicios del Faiado da Memoria que se remontan a un proyecto documental de Antonio Caeiro, que se encontró con la dificultad de no contar con imágenes antiguas de Vilagarcía. Comenzaron entonces los contactos para recuperar con fotos la historia más reciente del municipio y de sus gentes, hasta lograr más de 500 donaciones. "Nuestro archivo es poderoso, y crece; hoy inauguramos esta sede y seguimos trabajando. O Faiado es un buen hijo que siempre nos da alegrías", declaró Teijeiro.

Baltasar Garzón expresó su apoyo a la iniciativa y animó al Faiado da Memoria continuar con su trabajo "para conseguir que la dignificación de las víctimas sea definitivamente una realidad".

"El esfuerzo que estáis haciendo indica cual es el camino que desde la sociedad civil tenemos que hacer ante las ausencias del impulso que, a nivel institucional y sobre todo estatal, existen. Es verdad que ahora parece que algo está cambiando, hay más iniciativas sobre todo en los niveles locales y autonómicos, no así en el Gobierno, en el Partido Popular, que sigue absolutamente cerrado a cualquier evolución de una ley de memoria histórica, como la de 2007 que todos sabemos que era necesaria, aunque se quedó corta", declaró.

Garzón añadió que no hay ni una sola razón que justifique la actitud que desde el Gobierno se mantiene respecto de la memoria en este país. "Ver como los estamentos militares o del Ministerio de Defensa son reticentes a la apertura de los archivos de la Guerra Civil, de la postguerra, 80 años después, a uno le produce salpullido. Qué grandes secretos tratan de mantener que no puedan ser conocidos, o si es que no quieren que se conozca porque darían lugar a nuevas demandas. Pero no se dan cuenta de que antes o después esto va a salir", expuso.

"Conseguir espacios como este donde esa recopilación se produce, donde ese aporte de cada uno se va haciendo, ordenándolo para que esté accesible al público en general, es una labor encomiable", destacó Garzón.