El mountain bike es un deporte en auge. De ello quedó constancia en la mañana del domingo en el monte Xiabre. El lugar elegido por el Club Castrobikes para mostrar una admirada capacidad organizativa no exenta de altas dosis de hospitalidad.

Cerca de trescientas personas acudieron a la llamada de la entidad vilagarciana. Una prueba en la modalidad de enduro y otra en la de BTT fueron el reclamo al que se sumó el tremendo atractivo natural y paisajístico de los tramos elegidos en el monte Xiabre para el desarrollo de una cita que no contaba con carácter competitivo.

Con un total de 185 participantes en la disciplina de enduro, los saltos espectaculares y los descensos a máxima velocidad despertaron más de una ovación entre la gente que se animó a ver las diferentes zonas.

En el perfecto desarrollo de la jornada, no exento de las habituales caídas sin consecuencias, también tuvo mucho que ver la organización. Aspectos como las señalizaciones o la presencia de voluntarios en los cruces, fueron parte fundamental en la armonía de la jornada. Tampoco se puede pasar por alto el trabajo previo realizado por el Club Castrobikes durante varias semanas en lo que se refiere a limpieza y elección de los trazados que recorrieron los participantes. En el caso de la prueba de BTT el recorrido comprendió un total de 40 kilómetros que fue del total agrado de todos los participantes.

El calor fue un invitado de última hora. A medida que avanzaba la mañana la temperatura fue tomando un mayor protagonismo, pero hasta en eso la acertada decisión de establecer dos avituallamientos líquidos resultó de lo más positivo.

Después del deporte, tocó concentrarse en la sede del club anfitrión en Castroagudín para disfrutar de una comida con el churrasco como plato principal.

Las buenas críticas de los participantes han animado al club vilagarciano a pelear por el reto de la organización el próximo año de una prueba del Campeonato Gallego de enduro en Xiabre.