La disputa entre los hospitales de Santiago y Vigo por los pacientes infartados de la comarca de O Salnés quedaría diluída con la dotación de una ambulancia medicalizada del 061 que desde hace más de un lustro se ha solicitado al Servicio Galego de Saúde (Sergas), propuesta que permanece guardada en un cajón bajo siete llaves.

La esencia del problema está precisamente en que para toda la zona norte de la provincia de Pontevedra solo está operativa una UCI móvil con base en la capital, y una segunda temporal que aparca en la playa de Sanxenxo solo en los meses de verano y que podría cubrir la "carencia" que ha encendido la pretensión por la que pelean los hospitales de las dos ciudades.

Manuel Vázquez Lima, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Emergencias de Galicia (Semes) entiende que el problema de los pacientes que sufren un infarto debe resolverse con la máxima prontitud, sin pararse en las competencias de los hospitales de una u otra ciudad, sino de utilizar los recursos existentes de la forma más racional a juicio del 061.

El médico arousano subraya que la primera solución pasa por la dotación de la ambulancia medicalizada con base en el Hospital do Salnés, sobre todo cuando se aborda a un paciente con un infarto grave que precisa atención inmediata y que ya en el primer momente se le conduzca a un centro que disponga de Mesa de Hemodinámica, en el caso de O Salnés, Vigo y Santiago aunque existe un tercer centro en A Coruña.

El procedimiento es complejo con protocolos diferenciados para el caso de un infarto clásico o cuando es más complejo clasificados bajo las siglas "Scacest" y "Scasets de alto riesgo" respectivamente, bajo los que se engloban los dos síndromes coronarios agudos posibles.

Para Tato Vázquez, en el primero de los casos, resulta básico el apoyo de la ambulancia móvil que traslade al paciente desde el lugar en el que sufre el infarto a la mesa de hemodinámica más próxima, por lo que si hubiera ambulancia en O Salnés, habría que derivarlo a Santiago por proximidad.

Y para el segundo recuerda que hace cinco años que se firmó un protocolo con Vigo que no se llevó a cabo or lo que si Santiago decide aplicarlo sería la recomendacion de referencia para Semes. En estos casos son básicos los cateterismos.

Basa su propuesta en las recomendaciones del Programa Galego de Atención al Infarto en el que se establece que una vez que se determina el diagnóstico se derive inmediatamente al hospital de referencia, en este caso el de O Salnés, donde se le administrará heparina, se estabilizará y se ordena el traslado por el 061 al Servicio de Hemodinámica que están disponibles las 24 horas en los centros hospitalarios de A Coruña, Santiago y Vigo en los que se pueden llevar a cabo intervenciones consistentes en la apertura de vasos coronarios de forma continua, sobre la base de que es el 061 el que determina el centro.

El abordaje también es posible en los centros de Ourense y Lugo, en horarios de ocho de la mañana a diez de la noche; mientras que en Montecelo solo se puede aplicar alguno de los procedimientos coronarios básicos.

Los pacientes de O Salnés se encuentran con el hecho de que al no existir la base medicalizada del 061 tienen que ser trasladados en una ambulancia convencional con técnicos hasta el Hospital do Salnés, donde en el Servicio de Urgencias se lleva a cabo el proceso de estabilización correspondiente de la "doble antiagregación" en la que se emplean dos fármacos.

Una vez que el enfermo recupera condiciones de ser trasladado a la Mesa de Hemodinámica se requiere la presencia de la unidad medicalizada que se traslada desde Pontevedra a O Salnés para llevar al enfermo a Vigo donde prosigue el tratamiento.

Los médicos destacan que el tiempo en que se tarda en atender un ataque al corazón es un factor clave en la recuperación del paciente pues mejora las expectativas y la calidad de vida; de ahí la importancia de trasladarslos a la unidad de Hemodinámica en la que se realizan intervenciones y cateterismos.

Con todo, el presidente de Semes Galicia recuerda que la mejor fórmula consiste en que el infartado sea recogido de inmediato por la UCI móvil donde se le realizaría el primer electrocardiograma y pruebas complementarias para conducirlo al centro más adecuado. En la propia ambulancia recibiría ya la primera medicación sin necesidad de pasar los 25 minutos de exploración en Urgencias.